Miren cuánto nos ama el Padre, que nos ha concedido ser llamados hijos de Dios. Y lo somos. El mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él. 1 Juan 3:1
Habíamos terminado el estudio bíblico y los jóvenes de la escuela secundaria acababan de irse de nuestra casa, cuando encontré un trozo de papel sobre la mesa. Ni bien lo abrí, reconocí la letra: era de Lisa, una de las jóvenes, quien había escrito una lista titulada: "Mis mejores amigos". El primero en la lista era Dios.