"Del dicho al hecho hay mucho trecho". Todos tenemos una que otra relación que ha sido dañada o rota por diferencias o peleas dolorosas. Todos sabemos que debemos tratar de reparar esas relaciones y reconciliarnos por nuestro propio bien. Pero, por algún motivo, no lo hacemos. Y es que a los seres humanos nos resulta fácil enojarnos, pero difícil reconciliarnos. Por eso Dios nos dice en Efesios 4:26:
"Enójense, pero no pequen; reconcíliense antes de que el sol se ponga".
Ni tú ni yo somos perfectos, por lo que en algún momento nos vamos a enojar. Dios nos anima a no pecar cuando nos enojemos y a reconciliarnos pronto. En este año que apenas comienza te invitamos a no desechar tus relaciones rotas, sino a intencionalmente tratar de reconciliarte con quienes te has distanciado.
El perdón
¿Cuántas relaciones rotas te dejó el año que pasó? ¿Los últimos 5 o 10 años? Las relaciones de amistad, de pareja o de familia no son desechables. Cuando se rompen, vale la pena enmendarlas. Todos somos seres humanos manchados por el pecado. Alguien te va a fallar en algún momento y tú le vas a fallar a alguien también. Por eso Dios nos dice en 2 Corintios 5:18-19:
"... Dios... nos reconcilió consigo mismo a través de Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación.
Esto quiere decir que, en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo,
sin tomarles en cuenta sus pecados, y que a nosotros nos encargó el mensaje de la reconciliación".
En este nuevo año 2021 te animamos a que le pidas a Dios que te ayude a construir un mundo mejor, perdonando y restaurando tus relaciones.
Todo es nuevo
Supongamos que esta noche, mientras dormías, ocurrió un milagro en tu vida. Cuando despiertas en la mañana, ¿cuáles serían algunas de las cosas que notarías que te dirían que ocurrió un milagro en tu vida de repente? Tengo buenas noticias: ¡El milagro ya ocurrió! En 2 Corintios 5:17, Jesús promete:
"... si alguno está en Cristo, ya es una nueva creación;
atrás ha quedado lo viejo: ¡ahora ya todo es nuevo!
En este año que estamos comenzando, te invito a reflexionar en el milagro tan asombroso que hizo Jesús al darte una nueva vida a través de tu Bautismo y ofrecerte un nuevo comienzo con nuevas misericordias cada mañana. ¡Feliz año 2021! ¡Que Dios te bendiga ricamente en este nuevo año!
Dios con nosotros
¿Dónde te encuentras esta Navidad? ¿Estás tan ocupado con los preparativos, que no recuerdas que en Navidad Dios envió a Su Hijo a este mundo para restaurar tu relación con Él? ¿O estás tratando de ahogar tus problemas y dolores, olvidando que Jesús vino al mundo a cargar con ellos y eliminarlos para siempre en la próxima vida? En el libro del profeta Isaías 7:14, leemos:
¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo y lo llamarán
Emanuel (que significa "Dios está con nosotros").
Ese Emanuel quiere que tu vida tenga sentido, que te comprometas con Dios y contigo mismo a comenzar a vivir confiando en Él y de acuerdo a Su voluntad. ¡Pídeselo! Él te va a ayudar.
Que Dios te bendiga en esta Navidad y siempre.
El mejor regalo
Cuando damos o recibimos regalos, estamos dando o recibiendo amor. En griego, la palabra regalo es caris, lo que significa gracia o un regalo inmerecido. En estos días estamos por recibir nuevamente el regalo inmerecido que Dios nos hizo al enviar a su único Hijo al mundo. Juan 3:16 nos dice:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.
¿Cuánto vale para ti este Regalo de Dios? ¿Cómo te preparas para recibirlo? ¿Qué lugar va a ocupar este Regalo en tu vida? Le pido a Dios que prepare tu corazón y tu mente para que puedas recibir este regalo con los brazos abiertos y atesorarlo cada día de tu vida. Amén.
Sirviendo en amor
No hay duda de que los actos de servicio son poderosas expresiones de amor. A todos nos gusta cuando alguien hace algo por nosotros, porque nos hace sentir bien. Cuando servimos desinteresadamente a los demás, les estamos mostrando nuestro amor siguiendo el ejemplo de Jesús, pues él mismo vino a servir. Marcos 10:45 nos dice:
Porque ni siquiera el Hijo del Hombre vino para ser servido,
sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
Te invito a que sirvas cada día a quienes te rodean, comenzando por tu familia. Que tus actos de servicio sean verdaderas expresiones de un amor que refleje el amor de Dios.