¿Cuánto confías en Dios? Confiar en Él a medias no sirve de nada. La confianza en Dios debe ser completa, intencional y deliberada, dejando todo en Sus manos sin ninguna duda. Pero para confiar así en alguien, debemos conocerlo muy bien. Piensa en las personas a tu alrededor. ¿Con quién tienes más confianza? Probablemente con aquellas con las que pasas más tiempo, con las que compartes más cosas, con las que más te relacionas. Lo mismo sucede con nuestra relación con Dios. Cuanto más profunda sea, cuanta más relación tengamos con Él, más podremos confiar en Él. El libro de Proverbios dice:
Confía en el Señor de todo corazón. Proverbios 3: 5a
Te animo a que pases tiempo con Dios en oración, en su Palabra y en su servicio, para confiar cada día más en Él y en lo que Él esté haciendo en tu vida.
Tenemos un abogado
Todos nos equivocamos y pecamos. Todos hacemos cosas de las cuales nos arrepentimos o por lo menos debiéramos hacerlo. Pero gracias al sacrificio, muerte y resurrección de Jesucristo, no tenemos que cargar con el peso de la culpa sobre nuestros hombros por el resto de la vida. Al confesar a Jesús como Señor de nuestra vida, somos perdonados de nuestros pecados. La Biblia nos dice en 1 Juan 2:1:
Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Si alguno ha pecado, tenemos un abogado ante el Padre, a Jesucristo el justo. 1 Juan 2:1
Te exhorto a que te presentes delante del Señor con el corazón en la mano, le pidas perdón en el nombre de Jesús y sigas adelante viviendo la vida que Él ha preparado para ti.
Ante las pruebas
A lo largo de la vida tenemos que enfrentar crisis de todo tipo, ya sean laborales, matrimoniales, financieras o de salud, crisis que muchas veces se convierten en una prueba difícil de superar. Pero quienes confiamos en Dios no tenemos por qué desanimarnos o darnos por vencidos, porque el Señor está con nosotros y siempre provee la ayuda que necesitamos para superarla. Escucha lo que nos dice el apóstol Pablo en 1 Corintios 10:13:
A ustedes no les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean sometidos a una prueba más allá de lo que puedan resistir, sino que junto con la prueba les dará la salida, para que puedan sobrellevarla. 1 Corintios 10:13
Confiando en la fidelidad del Señor, te invito a que te acerques a Él en oración y le presentes tus peticiones, permitiendo que Él llene de paz tu corazón.
La imagen de Dios
¡Qué gratificante es poder ayudar a quien está pasando por un problema y aliviarle así su carga! Todos necesitamos sentirnos apoyados, amados, acogidos, aceptados. Mira a quienes te rodean y verás que todos ellos necesitan sentir el calor de las relaciones humanas libres de intereses personales. Todos estamos sedientos de amor incondicional como el de Jesús y a todos él nos ha dado la capacidad de amar así al crearnos a su imagen. La Biblia dice en el capítulo 1 del libro de Génesis:
Fue así como Dios creó al ser humano tal y como es Dios. Lo creó a su semejanza... Génesis 1:27 TLA
¿Te das cuenta que cada persona con la que te encuentras lleva en ella la imagen de Dios? ¿Te das cuenta que tú también llevas en ti la imagen de Dios? Permite que los demás lo vean a Él en ti.
El Señor es tu ayuda
¡Qué bien se siente saber que Dios está con nosotros en todo momento y con todo su poder! Él nunca falla ni se equivoca, sino que, en su gran bondad y misericordia, siempre está dispuesto a ayudarnos. Si aún no lo has hecho, te exhorto a que lo descubras por ti mismo y empieces a disfrutar del Señor en una dimensión distinta que puede ser mucho mejor. La Biblia dice en Proverbios 3:
"Pon toda tu confianza en Dios y no en lo mucho que sabes. Toma en cuenta a Dios en todas tus acciones, y él te ayudará en todo." Proverbios 3:6 TLA
¡Entrégale todo, cuéntale todo, pon en manos del Señor todo lo que sientes, piensas y necesitas, y aprende a vivir una vida plena de la mano de Jesús!
El Señor es tu luz
En nuestro mundo convulsionado pasan muchas cosas que nos inquietan, que nos preocupan y que muchas veces hasta nos quitan la paz. En ocasiones sentimos que estamos caminando por un camino oscuro donde no podemos ver la luz ni saber lo que nos espera más adelante. Si estás viviendo algo parecido a esto, escucha lo que dice el Salmo 27:
El Señor es mi luz y mi salvación, entonces ¿por qué habría de temer? El Señor es mi fortaleza y me protege del peligro, entonces ¿por qué habría de temblar? Salmo 27:1 NTV
Te exhorto a que cada día confíes tu vida en las manos de tu Señor. Cuando andas con Él ya no hay lugar para el temor, porque el Señor va alumbrando tu camino cuando se torna oscuro y guiándote por dondequiera que vayas.