Cuando etiquetamos algo como "imposible", suceden tres cosas: 1) el miedo al fracaso mata nuestra fe y motivación. 2) Nos arriesgamos a conformarnos con menos de lo que Dios quiere que tengamos. 3) Al excluir a Dios, nos aislamos del poder más grande del universo. Por el contrario, cada vez que quitamos la etiqueta de "imposible" de una tarea e incluimos a Dios en ella, nuestro potencial aumenta increíblemente. Escuchemos las palabras de Jesús registradas en Marcos 10:27, donde nos dice:
Esto es imposible para los hombres, pero no para Dios. Porque para Dios todo es posible.
En el mundo natural quizás no logremos ese "imposible". Pero en el reino de lo sobrenatural, el poder de Dios hace que lo que parece imposible se vuelva posible. Pídele hoy a Dios que te ayude a ver como posibles las cosas que te parecen imposibles.
Con Dios es posible
La necesidad de compensar las desventajas que la vida nos presenta, muchas veces provoca en nosotros una actitud de superación. Cuando tienes fe en Dios, puedes hacer cosas asombrosas. Lo que hoy parece tan insuperable, quizás mañana te lance a la grandeza. La Biblia nos dice en 1 Pedro 1:6-7:
... están ustedes llenos de alegría, aun cuando sea necesario que
durante un poco de tiempo pasen por muchas pruebas.
Porque la fe de ustedes es como el oro:
su calidad debe ser probada por medio del fuego.
... De manera que la fe de ustedes, al ser así probada, merecerá aprobación,
gloria y honor cuando Jesucristo aparezca. (DHH)
Te invito a que te dirijas a Dios en oración y le pidas que te ayude a recordar que no tienes que depender de ti mismo, porque con él todo es posible.
Obediencia a Dios
Cada día debemos elegir cómo vamos a vivir. ¿Lo haremos de acuerdo a nuestros propios impulsos o siguiendo las instrucciones que Dios nos da en su Palabra y sometiéndonos a la dirección del Espíritu Santo que vive en nosotros? La elección debería ser fácil, pues obedecer a Dios nos trae paz, progreso, protección y ayuda. Escuchemos lo que Dios nos dice a través de su profeta Isaías (1:19):
Si ustedes quieren y me hacen caso, comerán de lo mejor de la tierra.
Obedecer es un acto de tu voluntad, no un reflejo de tus emociones. Pídele a Dios que te ayude a ser obediente y a confiar en su dirección cada día de tu vida, sabiendo que Él tiene cosas buenas preparadas para ti.
Cambio de perspectiva
Cuanto menos tiempo de vida nos queda, más pacientes nos volvemos. ¿Por qué? Los problemas no han cambiado mucho, pero nuestra perspectiva sí. Las cosas que antes nos molestaban ya no lo hacen, porque hemos vivido lo suficiente para saber que la gracia de Dios es suficiente. El apóstol Pablo dice en Romanos 5:3-5:
... nos regocijamos en los sufrimientos, porque sabemos que
los sufrimientos producen resistencia,
la resistencia produce un carácter aprobado,
y el carácter aprobado produce esperanza.
Y esta esperanza no nos defrauda,
porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón
por el Espíritu Santo que nos ha dado.
Te invito a que le pidas a tu Padre celestial que te dé paciencia para confiar en él en todas las cosas.
No nos dejes caer en la tentación
Dios nunca tienta a nadie. Cuando oramos: "Y no nos dejes caer en la tentación", le estamos pidiendo a Dios que nos guarde y proteja para que el diablo, el mundo y nuestra carne no nos engañen ni nos lleven a creencias falsas, ni a desesperarnos, ni a otros pecados. Pedimos que, aunque seamos tentados por ellos, podamos vencer. Jesús nos advierte en Mateo 26:4:
Manténganse despiertos, y oren, para que no caigan en tentación.
A decir verdad, el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
Pídele a tu Padre celestial que te ayude para que no seas vencido por situaciones que puedan llevarte a pecar, y que te guíe para que no seas vencido por ninguna tentación, sino que en Cristo salgas victorioso.
Perdona nuestras deudas
Cuando oramos: "Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores", le estamos pidiendo a Dios que no tome en cuenta nuestros pecados de pensamiento, palabra y obra, ni nos niegue nuestras otras peticiones por causa de ellos. También le pedimos que nos lleve a perdonar a todos los que nos lastimen. Efesios 4:32b nos recuerda:
Sean bondadosos y misericordiosos, y perdónense unos a otros,
así como también Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
Te invito a que te presentes ante Dios en oración reconociendo que no eres digno de recibir nada de lo que pides, pero confiando a la vez en su gracia para recibir perdón por tus pecados y para poder perdonar a quienes pecan contra ti.