Todos necesitamos conocer los límites de lo que es seguro y aceptable. Funcionamos mejor como padres y nuestros hijos prosperan cuando tienen en claro sus límites y comprenden las consecuencias de no seguirlos. De la misma forma, como Padre amoroso que es, Dios establece para nosotros las reglas para el éxito en la vida y recompensa a quienes las honran. En el libro de Josué 1:8, Dios nos dice:
Procura que nunca se aparte de tus labios este libro de la ley.
Medita en él de día y de noche, para que actúes de acuerdo con todo lo que está escrito en él.
Así harás que prospere tu camino, y todo te saldrá bien.
Te invito a que le des gracias a Dios por cuidar de tu bienestar, guiándote a través de Su palabra sobre lo que debes y no debes hacer.
Los sentimientos y la fe
Por lo general, nuestros sentimientos no están en sintonía con lo que es mejor para nosotros, sino que prefieren salirse con la suya. Por ello es que gastamos dinero que no tenemos, comemos cosas que no debemos, nos acostamos tarde aun cuando sabemos que debemos levantarnos temprano al otro día. Es que nuestros sentimientos son inconstantes: cambian como el viento. Sin embargo, como creyentes, tenemos algo mejor en que confiar: en la Palabra de Dios. Jeremías 17:9 nos dice:
El corazón es engañoso y perverso, más que todas las cosas.
¿Quién puede decir que lo conoce?
Dios nos conoce totalmente y está dispuesto a darnos un corazón nuevo a través de su palabra. Te invito a que le pidas a Dios que te ayude a confiar cada día más en Él y menos en tus sentimientos.
Sepan que Yo soy Dios
"Sepan que Yo soy Dios", nos dice Dios en el Salmo 46. ¡Esto significa que debemos reconocer que nosotros no somos Dios! Cuando no obedecemos, no consultamos o no reconocemos los tiempos de Dios, lo quitamos del trono de nuestra vida y nos ponemos en su lugar. Y sabemos lo bien que eso funciona, ¿verdad? Mucho se habla sobre tener metas y visión, algo que es apoyado por lo que nos dice la Biblia en Proverbios 29: 18a:
Cuando no hay visión, el pueblo se desvía...
Pero nunca cumplirás tu visión sin la ayuda de Aquel que te la dio. No hay tiempo perdido esperando cuando esperas en el Señor. Pídele hoy a tu Padre celestial que te ayude a estar quieto para ver, escuchar y seguir Su dirección.
Estén quietos
"Estén quietos, y sepan que Yo soy Dios", nos dice Dios en el Salmo 46. Es que la actividad extra que nos produce la ansiedad, no permite que Dios se manifieste en nuestra vida con todo su poder. Pero este "estar quietos" no significa quedarnos pasivos y sin hacer nada. Por el contrario, significa hacer lo que Dios quiere que hagamos, pero sin ir corriendo delante de Él. Significa someterse a Él, esperando y siguiendo su guía. ¿Para qué? Para asegurarnos de tener la paz que nos acompaña cuando andamos por sus caminos. Colosenses 3:15 nos dice:
Que en el corazón de ustedes gobierne la paz de Cristo...
Entonces, amigo, te exhorto a que le pidas siempre a Dios que te revele su voluntad y luego "quédate quieto", reconoce que Él está a cargo y sabe lo que está haciendo. Él te va a guiar por sus caminos.
De posible a imposible
Cuando etiquetamos algo como "imposible", suceden tres cosas: 1) el miedo al fracaso mata nuestra fe y motivación. 2) Nos arriesgamos a conformarnos con menos de lo que Dios quiere que tengamos. 3) Al excluir a Dios, nos aislamos del poder más grande del universo. Por el contrario, cada vez que quitamos la etiqueta de "imposible" de una tarea e incluimos a Dios en ella, nuestro potencial aumenta increíblemente. Escuchemos las palabras de Jesús registradas en Marcos 10:27, donde nos dice:
Esto es imposible para los hombres, pero no para Dios. Porque para Dios todo es posible.
En el mundo natural quizás no logremos ese "imposible". Pero en el reino de lo sobrenatural, el poder de Dios hace que lo que parece imposible se vuelva posible. Pídele hoy a Dios que te ayude a ver como posibles las cosas que te parecen imposibles.
Con Dios es posible
La necesidad de compensar las desventajas que la vida nos presenta, muchas veces provoca en nosotros una actitud de superación. Cuando tienes fe en Dios, puedes hacer cosas asombrosas. Lo que hoy parece tan insuperable, quizás mañana te lance a la grandeza. La Biblia nos dice en 1 Pedro 1:6-7:
... están ustedes llenos de alegría, aun cuando sea necesario que
durante un poco de tiempo pasen por muchas pruebas.
Porque la fe de ustedes es como el oro:
su calidad debe ser probada por medio del fuego.
... De manera que la fe de ustedes, al ser así probada, merecerá aprobación,
gloria y honor cuando Jesucristo aparezca. (DHH)
Te invito a que te dirijas a Dios en oración y le pidas que te ayude a recordar que no tienes que depender de ti mismo, porque con él todo es posible.