Cuando damos o recibimos regalos, estamos dando o recibiendo amor. En griego, la palabra regalo es caris, lo que significa gracia o un regalo inmerecido. En estos días estamos por recibir nuevamente el regalo inmerecido que Dios nos hizo al enviar a su único Hijo al mundo. Juan 3:16 nos dice:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.
¿Cuánto vale para ti este Regalo de Dios? ¿Cómo te preparas para recibirlo? ¿Qué lugar va a ocupar este Regalo en tu vida? Le pido a Dios que prepare tu corazón y tu mente para que puedas recibir este regalo con los brazos abiertos y atesorarlo cada día de tu vida. Amén.
Sirviendo en amor
No hay duda de que los actos de servicio son poderosas expresiones de amor. A todos nos gusta cuando alguien hace algo por nosotros, porque nos hace sentir bien. Cuando servimos desinteresadamente a los demás, les estamos mostrando nuestro amor siguiendo el ejemplo de Jesús, pues él mismo vino a servir. Marcos 10:45 nos dice:
Porque ni siquiera el Hijo del Hombre vino para ser servido,
sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
Te invito a que sirvas cada día a quienes te rodean, comenzando por tu familia. Que tus actos de servicio sean verdaderas expresiones de un amor que refleje el amor de Dios.
Acércate a Dios
¿Sabías que Dios anhela pasar tiempo contigo? No hay nada que complazca más a Dios que sus hijos dediquen tiempo a estar en Su presencia, ya sea orando, leyendo o escuchando su Palabra o participando de sus Sacramentos. Así como tú disfrutas estar en compañía de tus seres queridos, Dios también se alegra cuando estás con Él. El apóstol Santiago dice en el capítulo 4 versículo 8 de su carta:
Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes.
Te invito a que, a partir de hoy, te propongas cada día apartar un tiempo para estar en la presencia de Dios. Solo en Él puedes encontrar satisfacción para tus necesidades, descanso para tu cuerpo y paz para tu alma.
Todos fallamos
Todos cometemos errores, pero esos errores nos hacen crecer y nos recuerdan que somos seres humanos imperfectos. La clave para transformar el fracaso en triunfo, es el amor. Efesios 1:7 (NTV) nos dice:
Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad
con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados.
Cuando nuestros hijos fallan, necesitan saber que los seguimos amando y que los perdonamos. Esto podemos hacerlo porque nosotros también hemos sido perdonados por el sacrifico de Jesús. Demos gracias a Dios por el aprendizaje que los fracasos traen a nuestros hijos, y pidámosle que los mantenga en el camino correcto.
Aprobado por Dios
Cuando dejas que otros te etiqueten, invariablemente hacen tu mundo demasiado pequeño. Una vez que aceptas la etiqueta que te ponen, empiezas a creer que eso es lo que eres y que nunca llegarás a nada más que eso. Sin embargo, Dios es el único que puede decirte quién eres. Él es quien te creó, te redimió, te llamó y te dio poder para cumplir Su propósito en este mundo. Él te dice en Isaías 43:1 (NBLA):
No temas, porque Yo te he redimido, te he llamado por tu nombre; Mío eres tú.
Dios te ama y te acepta, ¡y su aprobación supera la desaprobación de todos los demás!
Expresiones de cariño
Los adolescentes necesitan sentirse amados por sus padres. Una forma de mostrarles ese amor, es a través de expresiones de cariño dadas en el momento oportuno, en el lugar apropiado y de una manera adecuada. El Salmo 36:7 dice:
Tú, Señor, cuidas de hombres y animales; ¡cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor!
Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas.
El poder emocional del cariño es innegable y es algo que todos necesitamos. Cuando te encuentres necesitado de cariño recuerda, que Dios te ama y te cuida, y que a la sombra de sus alas puedes hallar refugio.