Nuestra Declaración de Independencia reza: "todos los hombres son creados iguales; ... son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; ... entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad". Pero, ¿qué pasa cuando, a pesar de ser libres, estamos atados a una adicción?
Jesús comprende. Es por ello que, en Mateo 11:28, nos dice:
"Vengan a mí todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los haré descansar."
Cuando estamos cansados de luchar con cualquier batalla en nuestra vida y necesitamos ser libres de lo que nos está atando, Dios viene con su amor y gracia incondicional para quitar nuestra culpa y vergüenza. Si estás luchando, pídele a Dios que te ayude y descansa en Él. Él nunca te va a defraudar.
Busca la paz
Cada día enfrentamos situaciones que prueban nuestro carácter y paciencia. Ante ellas, podemos reaccionar y responder con calma y sabiduría, o podemos hacerlo dejándonos llevar por el enojo o la indignación que sentimos. Escuchemos lo que al respecto encontramos en la carta de Santiago 3:17-18, donde dice:
Los que tienen la sabiduría que viene de Dios, no hacen lo malo...
buscan la paz, son obedientes... y siempre hacen lo bueno...
A los que buscan la paz entre las personas, Dios los premiará dándoles paz y justicia.
Hoy te invito a que busques esa sabiduría que viene de Dios. Estudia su Palabra y pídesela en oración. Él está dispuesto a dártela y a ayudarte a vivir en paz y en justicia.
Ser padre
Ser padre no es fácil, y mucho menos con las expectativas tan rígidas de la sociedad del día de hoy. Sin embargo, hay cientos de miles de hombres valientes que han decidido aceptar el reto y convertirse en papá. En Josué 1:9, Dios dice:
Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes,
que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas.
Los hombres en nuestra vida, especialmente nuestros padres, son una muestra clara de la perseverancia y fuerza para sobreponer obstáculos. Tomémonos el tiempo para honrarlos y recordarlos por su esfuerzo y fortaleza ante los retos de la vida y sigamos su ejemplo luchando también nosotros con esfuerzo y fortaleza.
Responsabilidad social
Nelson Mochilero dijo en una ocasión que "lo importante en la vida es que sepas dónde estás y a dónde quieres llegar. Todo lo demás es seguir el camino entre ambos puntos". Quienes hemos emigrado a los Estados Unidos tenemos la responsabilidad social de ayudar a aquellos que vienen detrás de nosotros. En el libro de Levítico 19:33-34, la Palabra de Dios nos dice:
No opriman a los extranjeros que habiten entre ustedes. Trátenlos como si fueran sus compatriotas,
y ámenlos como a ustedes mismos, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto.
Yo soy el Señor su Dios.
Hoy te exhorto a que, con la ayuda de Dios, seas un agente de apoyo y ayuda para quienes vienen llegando a este país.
No estamos solos
Vivir como extranjeros no es fácil, especialmente para quienes deben huir de sus países buscando asilo. Pero nunca estamos solos. Escuchemos lo que Dios le dijo a Josué en el libro de Josué 1:9, y que también nos lo dice a nosotros:
Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios y estaré contigo por dondequiera que vayas.
Recordemos que Dios está con nosotros siempre y que en Él somos asilados de los efectos que este mundo caído puede tener en nuestra vida. De él recibimos el consuelo y la fortaleza para llevar vidas libres y exitosas para Su gloria y el beneficio de nuestro prójimo.
Viviendo sabiamente
Se dice que en las situaciones de crisis es cuando mejor se conoce al ser humano. En los últimos meses hemos visto muchas actitudes sabias, pero también mucha necedad. Muchas personas han insistido en seguir adelante con sus vidas y planes, sin medir sus consecuencias ni tomar en cuenta las advertencias y consejos de las autoridades competentes.
Escuchemos lo que nos dice la Palabra de Dios:
Proverbios 1:7a - La sabiduría comienza por honrar al Señor.
Dios nos invita a que vivamos sabiamente, honrándole en todo lo que hacemos y decimos. Te animo a que no dejes pasar esta oportunidad de temer y amar a Dios con todo tu corazón.