Muchas veces, cuando pasamos por situaciones dolorosas o nos suceden cosas difíciles o trágicas, nos preguntamos si realmente le importamos a Dios. En respuesta a esto, en Lucas 12:6-7 Jesús nos dice:
¿Acaso no se venden cinco pajarillos por un par de monedas?
Sin embargo, Dios no se olvida de ninguno de ellos. Lo mismo pasa con ustedes...
Así que no teman, pues ustedes valen más que muchos pajarillos.
La próxima vez que dudes del amor y la presencia de Dios en tu vida, recuerda que Dios te creó, envió a su único Hijo a morir por ti y prometió estar contigo en todos y cada momento de tu vida. Acércate a él en oración y pídele que te llene de su amor. Él lo hará.
No a la venganza
¿Alguna vez has tenido ganas de vengarte de alguien? ¿Formas parte de ese grupo de personas que dicen "la venganza es dulce", o "te pagaré con la misma moneda", o "el que me la hace, me la paga"? Si es así, quiero decirte algo: la venganza nunca te va a dejar un sabor dulce. Al contrario, cuando todo haya pasado, te encontrarás con un sabor amargo.
Cuando sientas que quieres vengarte de alguien, recuerda lo que dice la Palabra de Dios en Romanos 12:19:
No busquemos vengarnos, amados míos. Mejor dejemos que actúe la ira de Dios, porque está escrito:
'Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor'.
Te invito a que, al igual que el apóstol Pablo, confíes y descanses en la justicia divina.
La humildad
Muchas veces actuamos como si mereciéramos todo de todos, exigiendo lo que queremos porque sentimos que tenemos derecho de reclamar. Queremos respuestas inmediatas a nuestras exigencias; esperamos regalos, ascensos en el trabajo y visitas cuando estamos enfermos. Sentimos que merecemos todo esto y más.
En Lucas 15 la Biblia nos habla de un hijo que se fue de su casa y despilfarró toda su herencia. Luego de perder todo regresó arrepentido a la casa de su padre, sin esperar nada. Sin embargo al verlo, su padre dijo:
... hagamos fiesta, porque este hijo mío estaba muerto, y ha revivido; se había perdido, y lo hemos hallado.
Si estás viviendo como si la vida te debiera, te invito a que le pidas a Dios en oración que te bendiga con humildad.
Mártir para Dios
A cuántos de nosotros nos gusta hacernos los mártires, mostrándoles a los demás cuánto nos sacrificamos por ellos y esperando que reconozcan nuestros esfuerzos, dedicación y sacrificio y nos alaben por ello. Pero, ¿será que Dios quiere que vivamos de esa manera? La respuesta la encontramos en Colosenses 3:23, donde el apóstol Pablo nos dice:
Y todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no como para la gente.
Dios nos ha dado aptitudes, talentos y habilidades para que los usemos para su gloria y para el bien de nuestro prójimo. Si nos sacrificamos, que sea para agradar a Dios y no para conseguir algo a cambio. Entonces, vivamos con alegría "como sirviendo a Dios y no a las personas".
La libertad
Nuestra Declaración de Independencia reza: "todos los hombres son creados iguales; ... son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; ... entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad". Pero, ¿qué pasa cuando, a pesar de ser libres, estamos atados a una adicción?
Jesús comprende. Es por ello que, en Mateo 11:28, nos dice:
"Vengan a mí todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los haré descansar."
Cuando estamos cansados de luchar con cualquier batalla en nuestra vida y necesitamos ser libres de lo que nos está atando, Dios viene con su amor y gracia incondicional para quitar nuestra culpa y vergüenza. Si estás luchando, pídele a Dios que te ayude y descansa en Él. Él nunca te va a defraudar.
Busca la paz
Cada día enfrentamos situaciones que prueban nuestro carácter y paciencia. Ante ellas, podemos reaccionar y responder con calma y sabiduría, o podemos hacerlo dejándonos llevar por el enojo o la indignación que sentimos. Escuchemos lo que al respecto encontramos en la carta de Santiago 3:17-18, donde dice:
Los que tienen la sabiduría que viene de Dios, no hacen lo malo...
buscan la paz, son obedientes... y siempre hacen lo bueno...
A los que buscan la paz entre las personas, Dios los premiará dándoles paz y justicia.
Hoy te invito a que busques esa sabiduría que viene de Dios. Estudia su Palabra y pídesela en oración. Él está dispuesto a dártela y a ayudarte a vivir en paz y en justicia.