En los Estados Unidos celebramos ayer el Día de la Madre. Pero este año fue diferente. Los festejos, si los hubo, en muchos casos tuvieron que ser a la distancia y en muchos otros ya no pudieron ser. Muchas cosas han cambiado en los últimos meses, y continuarán haciéndolo. Aun así, hay una cosa que no ha cambiado ni cambiará nunca. La Biblia nos dice en Hebreos 13:8:
Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos.
Es por esto que, cualquiera sean tus circunstancias actuales, te invito a que hoy, más que nunca, te acerques a Él en oración para darle gracias por sus infinitas bendiciones y pedirle que sea el Señor y Salvador de tu vida y de tu familia.
Perdón y paz
El perdón es un regalo inmerecido que Dios nos otorga en su inmenso amor. La Biblia dice:
... perdonen y se les perdonará... Lucas 6:37
Suena muy fácil, pero la verdad es que humanamente es muy difícil perdonar o aceptar el perdón de alguien que nos lastimó.
Si estás pasando por esa situación, te aliento a que le pidas ayuda al Señor para que libere tu alma de la falta de perdón, del odio o del rencor, porque solamente así su amor podrá fluir. Pídele a Dios que te dé fuerzas para perdonar y que llene tu corazón de esa paz que sobrepasa todo entendimiento, y él lo hará.
Unidos por amor
El equilibrio es la base para una vida armoniosa. Para lograrlo, debemos aprender a tolerar nuestras diferencias y entender que esas diferencias quizás fueron las que nos atrajeron a nuestro cónyuge. Pero el único que puede cambiar a las personas es Dios. Así que, no trates de cambiar a tu pareja. Al contrario, pídele a Dios que te cambie a ti para que puedas aceptar a esa persona que tanto amas así como es. La Biblia nos dice:
Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. Efesios 4:2
Hoy te invito a que invites al Señor a ser parte integral de tu pareja, para que juntos puedan cumplir el propósito para el cual Él los creó y unió.
Tu vida en Sus manos
Casi todos pasamos por experiencias que quizá nos llevan al pesimismo o a siempre esperar lo peor de la vida. Eso les sucedió a las mujeres y los otros discípulos que fueron a la tumba de Jesús al tercer día de su muerte. Estaban sumergidos en tanto negativismo, que no podían recordar lo que Jesús les había dicho antes. La Biblia nos dice:
Llenas de miedo, se inclinaron ocultando su rostro; pero ellos les dijeron: "¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? ... Acuérdense de lo que les dijo cuando aún estaba en Galilea..." Lucas 24:5, 6b
Si encaras tus días con pesimismo, quizás este sea un buen momento para confiar tu vida en las manos del Señor de la vida y de la muerte.
Nuestra identidad
Muchas veces viene a nuestra mente la pregunta: ¿quién soy? A veces es fácil tratar de encontrar nuestra identidad en cosas materiales o en la pertenencia a ciertos grupos sociales. Pero, ¿qué es lo que realmente nos da nuestra identidad? 2 Timoteo 1:7 nos dice:
Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7
En Dios somos valientes, capaces, llenos de amor y de dominio propio. Nuestros atributos son los que definen quienes somos, independientemente de nuestro entorno. Entonces, pidámosle a Dios que nos ayude a buscar, cultivar y cuidar esos rasgos que nos definen.
Libres de verdad
De acuerdo con la declaración universal de los derechos humanos de las Naciones Unidas, los derechos inalienables de todos los seres humanos son: la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Por su parte, la Palabra de Dios nos dice:
Así que, si el Hijo los liberta, serán verdaderamente libres. Juan 8:36
En la libertad que Cristo nos ganó, le pedimos al Señor y Salvador de nuestra vida que nos dé fuerzas para seguirlo, aun cuando otros lo abandonen. Hoy te invitamos a buscar a Dios no solo cuando las multitudes lo hacen y las cosas van bien, sino también en los momentos oscuros y difíciles de tu vida.