Nuestro cuerpo es un regalo de Dios. Sin embargo, a veces lo descuidamos y luego pagamos las consecuencias con un sin fin de achaques y tropiezos. La Biblia nos dice:
¿Acaso ignoran que el cuerpo de ustedes es templo del Espíritu Santo, que está en ustedes,
y que recibieron de parte de Dios, y que ustedes no son dueños de sí mismos?
... Por lo tanto, den gloria a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios.
1 Corintios 6:19-20 RVC
Gracias al sacrificio de Jesús, tú y yo podemos obedecer a Dios cuidando de nosotros mismos y así darle la gloria a él, nuestro Creador.
Tu ayuda
Uno de los tesoros más preciados que el ser humano puede tener es su familia. Si las cosas en tu familia no están muy bien, si sientes que el amor entre ustedes ya no está fluyendo transparentemente, te invito a que seas tú quien marque la diferencia buscando soluciones y tratando de entender cómo reciben amor cada uno de ellos para así poder demostrárselo. El salmista dice:
Elevo mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene del Señor, creador del cielo y de la tierra.
El Señor no dejará que resbales; el que te cuida jamás duerme.
Salmo 142:1-3 RVC
¿De dónde vendrá tu ayuda? Tu ayuda viene del Creador de la familia, querido amigo. Pídesela, y él te la dará.
Instrumento de paz
Dijo Martín Lutero: "No puedes evitar que los pájaros vuelen sobre tu cabeza pero sí puedes evitar que hagan un nido en ella."
En la vida nos encontramos con una gran cantidad de conflictos que muchas veces nos hacen daño. No lo podemos evitar. La diferencia la marcará nuestra actitud. Podemos ser parte del problema o de la solución. Tú puedes ser el mediador que una a las partes o el acusador que cause división. Créeme, amigo: tú puedes ser el instrumento de paz necesario para resolver el conflicto. La Biblia nos dice:
"Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios".
Mateo 5:9 RVC
Te invito a que te conviertas en un portador de esa paz que solamente el Señor puede dar.
Libre para servir
¿Estás satisfecho con la influencia que ejerces en la vida de tu familia, amigos y compañeros de trabajo o estudio? ¿O sientes que podrías estar dándoles mucho más? Gracias al sacrifico que Jesús hizo por ti y por mí en la cruz, somos libres de elegir cómo y cuánto servir a quienes nos rodean. El apóstol Pablo nos dice:
Hermanos, ustedes han sido llamados a la libertad,
sólo que no usen la libertad como pretexto para pecar;
más bien, sírvanse los unos a los otros por amor.
Gálatas 5:13
Quizás este sea un buen momento para que hagas un alto en tu camino y evalúes tu deseo y capacidad de servicio. Pídele a Dios en oración que te muestre el camino que él quiere que sigas.
La voz del pastor
Todos podemos influenciar a otros para bien. Para lograrlo, necesitamos desarrollar ciertas cualidades como ser sensibles a las necesidades de los demás, ser congruentes con lo que decimos y hacemos y hacer las cosas sin esperar nada a cambio. Jesús, el buen pastor, fue el líder por excelencia. ¿Cómo lo logró? Siendo fiel a sus seguidores, amándolos, y cuidándolos con compasión y sin esperar nada a cambio. Escuchemos sus palabras:
... las ovejas reconocen la voz del pastor y se le acercan.
Él llama a cada una de sus ovejas por su nombre... camina delante de las ovejas,
y ellas lo siguen porque conocen su voz.
Juan 10:3-4 NTV
Te invito a que hoy busques a tu Pastor Jesucristo, escuches su voz y le sigas fielmente.
Estaré contigo
A lo largo de los años pasamos por muchas transiciones que a veces nos llevan por caminos insospechados. Algunas las pasamos airosamente y en otras desmayamos, hasta que por fin llegamos a la transición final que nos conduce a nuestro destino eterno. Pero no tenemos por qué hacerlo solos. El Señor nos dice en su Palabra:
Escucha lo que te mando:
Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios,
y estaré contigo por dondequiera que vayas.
Josué 1:9
Hoy te invito a que, cuando estés enfrentando una transición, te tomes de la mano de nuestro Señor Jesucristo y camines con la seguridad que te da su presencia.