Suele decirse que 'las cuentas claras conservan la amistad'. Y es que honrar las deudas es una virtud preciosa. La relación Dios-hombre, que es el vínculo vital de nuestra existencia, fue profundamente afectada por el pecado: donde debía haber armonía, confianza y comunión, pasó a haber temor, ira, vergüenza e indiferencia. Es por ello que el Señor nos dice:
"Vengan ahora, y pongamos las cosas en claro. Si sus pecados son como la grana, se pondrán
blancos como la nieve. Si son rojos como el carmesí, se pondrán blancos como la lana." Isaías 1:18
Para que nuestro pecado no sea un estorbo en nuestra relación con el Dios santo, él envió a su Hijo perfecto e inocente quien, con su sufrimiento y muerte, pagó nuestra culpa. Jesús vino a este mundo a cargar con aquello que nos destruye. Este es el momento de ir a su encuentro en arrepentimiento y de recibir su perdón.
Bendito es el que viene
"El que viene" es alguien muy importante: es el Señor de la vida, el Creador del mundo, el dueño del universo. Sin embargo, su venida no está rodeada de adornos, fiestas y luces, sino de humildad, obediencia y devoción... pues en él reside la gloria de Dios. Muchos años después, al verlo pasar las multitudes gritarían:
Navidad es reconciliación
¿Cómo te estás preparando para celebrar la Navidad? ¿Estás tan ocupado con todos los preparativos que no tienes tiempo para siquiera pensar en su verdadero significado? Recuerda que en la Navidad celebramos lo que Dios hizo para enviar a su Hijo a restaurar nuestra relación con Él y con nuestros seres queridos. La Biblia nos dice:
"... en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo,
sin tomarles en cuenta sus pecados..." (2 Corintios 5:19).
Hoy te invito a que aproveches estos días que faltan hasta la celebración de la Navidad, para hacer un alto en tu camino y agradecerle a Dios por la reconciliación que hizo posible a través de su hijo Jesucristo, y pedirle que te ayude a vivir en ese espíritu de reconciliación con quienes te rodean.
Escoge hoy a quién servir
Cuando Moisés murió, Dios le dijo a Josué que no se apartara de la ley, que meditara en ella día y noche, y que la compartiera. Poco antes de morir, Josué convocó a los líderes de las tribus de Israel y, luego de recordarles todo lo que Dios había hecho por ellos, les dijo:
Pero si no les parece bien servirle, escojan hoy a quién quieren servir...
Por mi parte, mi casa y yo serviremos al Señor. Josué 24:14-15
Hoy te invito a que hagas un inventario de todas las bendiciones que has recibido de Dios a lo largo de tu vida, y si aún no lo has hecho, escojas hoy a quién servir. Dice la Biblia en el Salmo 103:2: "Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí." (NTV)
¿A quién obedeces?
La manera en que decidimos conducir nuestra vida nos llevará al éxito o al fracaso, a la alegría o la desdicha. Pero Dios no nos creó para que vivamos en desdicha y angustias, sino con un propósito claro y coherente con su amor por nosotros: para ser bendecidos y de bendición. La Biblia nos enseña lo que debemos hacer para cumplir ese propósito. Nos dice en Deuteronomio 30:19-20:
Escoge, pues, la vida, para que tú y tu descendencia vivan; y para que ames al Señor tu Dios,
y atiendas a su voz y lo sigas, pues él es para ti vida y prolongación de tus días.
Pídele a Dios, pídeselo de corazón, que te ayude a elegir siempre la vida que él te ofrece.
Decisiones sabias
Cuando nos enfrentamos con decisiones importantes muchas veces nos sentimos confundidos, con más preguntas que respuestas, con dudas y temores, sin saber qué rumbo tomar. La Biblia nos da el siguiente consejo:
pues Dios se la da a todos en abundancia y sin hacer ningún reproche. Santiago 1:5
La sabiduría de Dios la tenemos siempre a nuestro alcance. Solamente tenemos que pedírsela a Él través de la oración. De Él, y solamente de Él, viene nuestro socorro y ayuda. Solamente de él vamos a recibir la respuesta que será de bendición para nuestra vida.
Dirígete hoy a Dios en oración y pídele que te de la sabiduría necesaria para las decisiones que tienes que tomar en tu vida. ¡No las tomes sin que Él te dirija!