Dijo Martín Lutero: "No puedes evitar que los pájaros vuelen sobre tu cabeza pero sí puedes evitar que hagan un nido en ella."
En la vida nos encontramos con una gran cantidad de conflictos que muchas veces nos hacen daño. No lo podemos evitar. La diferencia la marcará nuestra actitud. Podemos ser parte del problema o de la solución. Tú puedes ser el mediador que una a las partes o el acusador que cause división. Créeme, amigo: tú puedes ser el instrumento de paz necesario para resolver el conflicto. La Biblia nos dice:
"Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios".
Mateo 5:9 RVC
Te invito a que te conviertas en un portador de esa paz que solamente el Señor puede dar.
Libre para servir
¿Estás satisfecho con la influencia que ejerces en la vida de tu familia, amigos y compañeros de trabajo o estudio? ¿O sientes que podrías estar dándoles mucho más? Gracias al sacrifico que Jesús hizo por ti y por mí en la cruz, somos libres de elegir cómo y cuánto servir a quienes nos rodean. El apóstol Pablo nos dice:
Hermanos, ustedes han sido llamados a la libertad,
sólo que no usen la libertad como pretexto para pecar;
más bien, sírvanse los unos a los otros por amor.
Gálatas 5:13
Quizás este sea un buen momento para que hagas un alto en tu camino y evalúes tu deseo y capacidad de servicio. Pídele a Dios en oración que te muestre el camino que él quiere que sigas.
La voz del pastor
Todos podemos influenciar a otros para bien. Para lograrlo, necesitamos desarrollar ciertas cualidades como ser sensibles a las necesidades de los demás, ser congruentes con lo que decimos y hacemos y hacer las cosas sin esperar nada a cambio. Jesús, el buen pastor, fue el líder por excelencia. ¿Cómo lo logró? Siendo fiel a sus seguidores, amándolos, y cuidándolos con compasión y sin esperar nada a cambio. Escuchemos sus palabras:
... las ovejas reconocen la voz del pastor y se le acercan.
Él llama a cada una de sus ovejas por su nombre... camina delante de las ovejas,
y ellas lo siguen porque conocen su voz.
Juan 10:3-4 NTV
Te invito a que hoy busques a tu Pastor Jesucristo, escuches su voz y le sigas fielmente.
Estaré contigo
A lo largo de los años pasamos por muchas transiciones que a veces nos llevan por caminos insospechados. Algunas las pasamos airosamente y en otras desmayamos, hasta que por fin llegamos a la transición final que nos conduce a nuestro destino eterno. Pero no tenemos por qué hacerlo solos. El Señor nos dice en su Palabra:
Escucha lo que te mando:
Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios,
y estaré contigo por dondequiera que vayas.
Josué 1:9
Hoy te invito a que, cuando estés enfrentando una transición, te tomes de la mano de nuestro Señor Jesucristo y camines con la seguridad que te da su presencia.
Busca primero
Sin duda alguna, en la vida las cosas cambian: cambian las circunstancias, las condiciones, los sentimientos. Y nuestra reacción ante los cambios va a determinar nuestra adaptación. En la Biblia tenemos el ejemplo de Abraham. Cuando el Señor le dice: "Vete de tu tierra ... y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré", Abraham fue a prepararse para seguir la dirección de Dios.
Jesús nos dice:
"Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia,
y todas estas cosas les serán añadidas."
Mateo 6:33 RVC
Amigo, hoy quiero animarte a que, antes de seguir adelante con los planes de cambio que puedas tener, hagas un alto, busques la dirección de Dios y te prepares intencionalmente para seguirla.
Dios a nuestro favor
Si analizamos las cosas que no hemos logrado en la vida, nos damos cuenta de que muchas veces la causa fuimos nosotros: dejamos cosas sin terminar o las terminamos a último momento; tratamos de hacer algo tan perfecto, que terminamos no haciéndolo; o ponemos excusas para no hacer algo, como que no va a funcionar, o no puedo, o es imposible, etc. En su Palabra, Dios nos dice:
Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman...
si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar en contra de nosotros
(Romanos 8:28,31). RVC
Querido amigo, no estás solo: Dios está contigo, ¡siempre! Búscale y confía en su ayuda.