Cuánto nos limitamos porque creemos que nuestro pasado nos persigue, que fallar es fracasar, porque 'qué va a decir la gente', o porque nuestra vida sería perfecta solo si tuviéramos tales y cuales cosas. La realidad es que todas esas limitaciones son ciertas solo en la medida en que nosotros las aceptemos como verdaderas. Aun habiendo sufrido toda clase de peligros, males, azotes, naufragios, persecución y cárcel, Pablo, apóstol de Jesucristo, pudo decir:
Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación...
Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas.
Filipenses 4:12-13 NTV
Amigo, es mi oración que estas palabras de Pablo te alienten en el camino de tu vida.
Sobre la roca
A pesar de los muchos caminos y oportunidades que la vida nos ofrece, con facilidad desperdiciamos nuestros días y talentos trabajando solo por el dinero o porque creemos que no tenemos otra opción, olvidando que lo que cosechamos en la vida depende directamente de en qué invertimos nuestros recursos. Escuchemos lo que dijo Jesús:
A cualquiera que me oye estas palabras y las pone en práctica,
lo compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca.
Cayó la lluvia, vinieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa,
pero ésta no se vino abajo, porque estaba fundada sobre la roca.
Mateo 7:24-25 RVC
Es mi oración que, si aún no lo has hecho, comiences a construir tu casa sobre la roca.
La única verdad
Muchas veces nos sentimos frustrados porque no somos libres de hacer lo que queremos. Pero, ¿qué significa ser libre? ¿Poder elegir qué estudiar o en qué trabajar? ¿Poder decidir con quién casarte, en dónde vivir, qué amigos tener? En una oportunidad, Jesús dijo:
Si permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos; y conocerán la verdad,
y la verdad los hará libres.
Juan 8:31-32
¿A qué "verdad" está haciendo referencia Jesús? Él mismo nos da la respuesta, cuando dice:
"Yo soy el camino, y la verdad, y la vida".
Juan 14:6 RVC
Querido amigo, la invitación está hecha: deposita tu confianza en Jesús, la única verdad que puede hacerte libre.
Vengan a mí
Sabemos que ningún extremo es bueno. No es lo mismo tomar un descanso que vivir en pereza. La Biblia dice que "... quien no quiera trabajar tampoco tiene derecho a comer... trabajen para ganarse la vida..." 2 Tesalonicenses 3:10-12 TLA.
Por su parte, Jesús nos alienta con las siguientes palabras:
Ustedes viven siempre angustiados y preocupados.
Vengan a mí, y yo los haré descansar...
Mateo 11:28 TLA
Hoy te invito a que te acerques a Dios en oración y deposites ante su trono todas las cosas que te angustian o preocupan, confiando en que él se hará cargo de ellas.
Descansa en Él
Muchas personas pierden la salud por trabajar demasiado para ganar dinero, y luego pierden todo ese dinero tratando de recuperar la salud. En contraste, Jesús nos dice:
No vivan pensando en qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner.
La vida no consiste solamente en comer, ni Dios creó el cuerpo sólo para que lo vistan...
Ya no se preocupen... Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey,
y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten.
Mateo 6:25-35 TLA
Te invito a que disfrutes la vida que Dios te ha dado: trabaja para Él y descansa en Él.
La importancia de ser padres
Los niños no nacen totalmente desarrollados, sino que poco a poco, con la incentivación y guía de sus padres y otros adultos, van creciendo mental, espiritual, social y físicamente. Con Jesús fue igual. La Biblia nos dice que "Jesús siguió creciendo en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y con los hombres" (Lucas 2:52).
La tarea que tenemos los padres es enorme y no es fácil, ¡pero es imprescindible! También es enorme el privilegio que Dios nos concede al confiar a nuestro cuidado la vida de sus preciosas criaturas. Dios exige, pero también es claro en cuanto a lo que espera de nosotros. Dice el profeta Miqueas:
"El Señor te ha dado a conocer lo que es bueno, y lo que él espera de ti, y que no es otra cosa que hacer justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios." (Miqueas 6:8)
Agradécele hoy a Dios por la oportunidad que te da de influenciar para bien la vida de sus criaturas y pídele que te ayude a crecer cada día más en justicia, misericordia y humildad.