• agosto 2, 2018
  • Principios para criar a nuestros niños – PARTE 2

  • Leer Mas
  • Detalle de lo tratado

    1. Al igual que todas las demás, nuestra cultura latina posee características positivas, como el alto sentido de lealtad familiar, y negativas, como el machismo.
    2. Pero en las últimas décadas, nuestras familias han sufrido muchos cambios:
      a. la emigración nos ha separado de familiares y amigos;
      b. ya no se no tienen tantos hijos como antes;
      c. hay más madres solteras y familias con hijos de diferentes padres;
      d. son más los niños criados por sus abuelos u otras personas.

    3. Cuatro principios que ayudan en la crianza de los hijos:
      a. Primer principio: compartir tiempo juntos
      b. Segundo principio: tener una comunicación fluida
      c. Tercer principio: demostrar el amor
      d. Cuarto principio: transmitir tu historia, cultura y valores

    PRIMER PRINCIPIO: COMPARTIR TIEMPO JUNTOS

    Los niños disfrutan hacer de todo… pero lo disfrutan muchísimo más cuando lo hacen con sus padres o con otros miembros de su familia.

    A la mayoría de nosotros nos gustaría pasar más tiempo con nuestros hijos, pero la pregunta es: «¿cómo?» Lo importante es PLANIFICAR.


    Una paternidad sana y efectiva no sucede por accidente,
    sino que requiere un esfuerzo INTENCIONAL.


    Si queremos que nuestros hijos se sientan cómodos como para confiar y compartir con nosotros sus problemas, sus sueños, sus sentimientos y aspiraciones, debemos dedicarles tiempo.

    Algunas sugerencias:

    • Proponte dedicar 10 minutos, o más, cada día con cada uno de tus hijos individualmente, asegurándote que tu hijo sepa que ese tiempo es sólo para él.
    • Cuando tu hijo tenga práctica o partido de algún deporte, no te limites a llevarlo e irlo a buscar, sino quédate allí a presenciar y participar de la actividad con él.
    • En vez de que tu hijo se entretenga con algún electrónico mientras preparas la cena, invítale a que te ayude a cocinar.
    • Trata de al menos una vez a la semana mirar juntos un programa de televisión que a los dos les interese, o jugar a algún juego de cartas o de mesa.

    SEGUNDO PRINCIPIO: TENER UNA COMUNICACIÓN FLUIDA


    La comunicación es
    un camino de dos vías.


    • Para que exista comunicación, es imprescindible que tú, como padre o madre, estés disponible. Cada vez que tu hijo te quiere decir algo y tú le contestas: «¡Ahora no puedo, hijo! ¡Quizás más tarde!» O: «No en este momento, querido. Mami está muy cansada.» O: «No me lo pidas a mí. ¡Ve a pedírselo a tu padre!», le estás dando a entender que no estás disponible.
    • Demuestra afecto. ¡La televisión o el Internet no sonríen ni abrazan! Tampoco le pasan el brazo por el hombro a tu hijo y le dicen: «Te quiero mucho», ni se acercan a él para hacerlo sentirse importante, ni lo escuchan, ni rezan con él. Esas son cosas que sólo un padre y una madre pueden hacer.
    • Elige tus palabras con cuidado. Las palabras que decimos pueden edificar y animar, o pueden tirar abajo y destruir. Por lo tanto, antes de hablar piensa bien lo que les va a decir.
    • ¡Escucha con el corazón! Oír es recibir información, mientras que escuchar es comprender lo que la otra persona está pensando y sintiendo.

    • Promueve un ambiente seguro para tu hijo haciéndole saber que, diga lo que diga, o sienta lo que sienta, nunca le vas a dar la espalda.

    TERCER PRINCIPIO: DEMOSTRAR EL AMOR


    Demuestra a tu hijo tu amor
    incondicional.


    • Hazle saber a tu hijo que le amas incondicionalmente NO por lo que hace, sino por quien es: un ser especialmente creado y amado por Dios.
    • Cumple las promesas que le haces a tu hijo. Para los niños, las buenas intenciones no son suficientes.
    • Hazle saber cuán importante es él a los ojos de Dios. La autoestima de tu hijo dependerá de si sabe quién es y a quién pertenece.
    • Enséñale que en la vida hay límites y reglas. Muéstrale claramente lo que está bien y lo que está mal.
    • No esperes cosas imposibles de tu hijo. Ama a tu hijo por lo que es, y ayúdale a desarrollar los talentos especiales que Dios le ha dado.
    • Cuando cometas un error, pide perdón. Dado lo pequeño de su mundo, los niños a menudo piensan que ellos son los únicos que cometen errores. El significado del perdón se hace más real cuando los hijos ven que tú también lo necesitas. Por lo tanto, acostúmbrate a pedir perdón cuando has cometido un error.

    CUARTO PRINCIPIO: TRANSMITIR TU HISTORIA, CULTURA Y VALORES


    Transmite a tu hijo tu historia,
    cultura y valores.


    • Piensa en los valores que quieres que tu hijo tenga, y luego piensa si los estás viviendo y demostrándoselos.
    • Tómate el tiempo de transmitir la historia y cultura de tu familia a tu hijo, ya sea a través de fotos, cartas, o historias.
    • Si profesas la fe cristiana, no limites el ejercicio de tu fe al domingo a la mañana, sino hazla parte de tu vida diaria.
    • No tengas temor en demostrar que tú también necesitas el perdón y la gracia de Dios.
    • Reza por y con tu hijo. Pídele a Dios que le guíe en el camino de su vida, que le conceda un cónyuge cristiano, y que su vida marque una diferencia en el mundo.

    Todo lo que les enseñes ahora,
    va a repercutir en su future.



    Enséñales a vivir con responsabilidad,
    a esforzarse y a ser tolerantes,
    pero también a disfrutar de la vida.



    Dirige a tus hijos por el camino correcto,
    y cuando sean mayores no lo abandonarán.
    Proverbios 22:6



Contáctenos