• enero 13, 2022
  • Cómo encontrar equilibrio en tu vida – Parte 1

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  • INTRODUCCIÓN
    A veces todo en nuestra vida parece fuera de nuestro alcance y el equilibrio parece cosa de cuentos de hadas.

    Se dice que el verdadero equilibrio es la capacidad de adaptarse a situaciones nuevas y el estar dispuesto a asumir riesgos para crecer.

    Este programa lo hemos basado en nuestro folleto titulado «Cómo encontrar equilibrio en tu vida», por la Dra. Melanie Wilson. Les invitamos a descargarlo de forma gratuita en la sección Recursos de esta página web.

    ¿QUÉ ES EL EQUILIBRIO?
    Algunos piensan que llevar una vida equilibrada significa ser feliz todo el tiempo, o dedicar la misma cantidad de tiempo a cada área de nuestra vida o alcanzar un estado de vida satisfactorio que se mantenga siempre igual. Pero en el fondo sabemos que estas son ideas falsas.

    Equilibrio no es lo mismo que felicidad. La felicidad es una emoción maravillosa, pero de corta duración. Por otro lado, el equilibrio es un sentimiento duradero de satisfacción que nos permite tener paz, independientemente de lo que nos esté sucediendo. Pablo, un influyente escritor y líder cristiano del primer siglo, tuvo ese tipo de satisfacción aun habiendo sido azotado, golpeado y encarcelado repetidamente (definitivamente circunstancias para nada felices). Él dijo: «… he aprendido a estar contento en cualquier situación».

    Equilibrio no significa perfección, sino hacer lo mejor que podemos para satisfacer nuestras necesidades y las de los que dependen de nosotros. Incluso si hubiera una fórmula perfecta para manejar las necesidades físicas, emocionales, sociales, intelectuales y espirituales, dudo que alguien pudiera seguirla al pie de la letra. Lo aceptemos o no, nadie ha logrado un equilibrio perfecto en su vida. Nuestro objetivo es confiar en que hemos hecho lo mejor que hemos podido.

    El equilibrio tampoco significa vivir siempre de la misma forma. Nuestra vida no tiene que ser predecible para ser equilibrada. El verdadero equilibrio es:

    * la capacidad de adaptarse a situaciones nuevas y

    * el estar dispuestos a asumir riesgos para crecer.

    Si estás listo para una vida más equilibrada, toma un lápiz y un papel. Vamos a ir en búsqueda de lo que significa «perfecto» para ti. Todos hemos tomado algunas decisiones que no son correctas y probablemente tú también lo hayas hecho: escríbelas. A veces es difícil pensar en nuestros errores, pero cuando admitimos lo que hemos hecho incorrecto, tenemos más posibilidades de encontrar lo que es correcto. También haz una lista de tus buenas elecciones.

    A medida que escribes tu historia, descubrirás algunas acciones que deberás tomar para ser tu propio héroe. Haz una lista de ellas para saber hacia dónde deberás dirigir tu vida para tener un final feliz.

    LA IMPACIENCIA Y LA CODICIA
    ¿Te resulta difícil esperar por lo mejor? ¿Te has percatado de que eres codicioso? La impaciencia es enemiga del equilibrio. Rehusarse a esperar lo mejor puede impedir que encontremos al compañero, trabajo u hogar correctos.

    La codicia también puede evitar que encontremos el equilibrio. Por ejemplo, si codiciamos el éxito y el reconocimiento, a pesar de tener poco tiempo disponible quizá nos vamos a ofrecer a ayudar con proyectos adicionales … para lucir bien frente a los demás. La codicia puede mantenernos enterrados en cosas para las cuales no tenemos lugar y proyectos para los cuales no tenemos tiempo.

    Si no se controlan, la impaciencia y la codicia pueden volverse adictivas. Por ejemplo, algunos para no pensar en sus problemas ni sentir lo que sienten, se dedican a comer. Una adicción es un deseo que no se puede controlar. El abuso del alcohol o las drogas, la adicción al trabajo, el juego, la pornografía o cualquier adicción, hacen que el equilibrio sea imposible.

    LA FALTA DE PLANIFICACIÓN
    ¿El dejar todo para última hora y la desorganización son motivos de insatisfacción en tu vida? Si tienes dificultades con el autocontrol, al dejar todo para última hora puedes estar perdiendo tiempo, energía y dinero muy valiosos. A veces fallamos al no planificar o trabajar por adelantado, y tenemos muchas excusas para nuestro comportamiento.

    A quienes dejan todo para último momento y no planifican debidamente, les encanta echarles culpas a otros por sus fallas: a la tecnología, a los atascos de tráfico y a los otros miembros de la familia. Hasta que no asumamos la responsabilidad de lograr nuestras tareas a tiempo, el equilibrio verdadero va a estar fuera de nuestro alcance.

    Tanto el dejar todo para último momento como el ser impacientes conducen a perder el equilibrio en el hogar y en la vida.

    CÓMO LOGRAR EL EQUILIBRIO
    El primer paso hacia una existencia más equilibrada es estar dispuestos a dejar de lado las soluciones temporales. Cuando nos damos cuenta de que no podemos arreglar nuestros problemas comiendo, bebiendo o procrastinando, y dejamos de esforzarnos por ser autosuficientes, Dios asume el control. Entonces sí, con el tiempo, poco a poco todas las áreas de nuestras vidas comienzan a equilibrarse.

    Si tienes problemas para controlarte, admítelo y busca ayuda, todos necesitamos el apoyo de los demás y el poder para cambiar vidas que sólo Dios puede dar.

    Una vez que hayas tomado las medidas necesarias para superar las tentaciones en tu vida, estarás listo para desarrollar un plan para organizar tu tiempo y espacio.

    Dios tuvo un plan al crear el universo: reservó un día para cada parte de la creación y luego celebró y descansó. La Biblia nos dice «Y vio Dios todo lo que había hecho, y todo ello era bueno en gran manera … Dios terminó en el día séptimo la obra que hizo; y en ese día reposó de toda su obra» (Génesis 1:31, 2:2).

    A veces nuestro pequeño universo no es tan bueno. Quizás nuestro horario, casa y vida sean un caos. Pero podemos tener un plan para crear un hogar cómodo: seguir una rutina para poder hacer todas las actividades que debemos en orden, y eso nos funciona incluso si nos quedamos dormidos. Aunque no tengamos ganas, debemos lavar la ropa y los platos y arreglar la casa.

    La clave para aprovechar mejor el tiempo y eliminar el desorden es trabajar solamente de cinco a quince minutos a la vez en las áreas difíciles, porque ¡todos podemos hacer cualquier cosa si sólo tenemos que hacerlo por cinco a quince minutos!

    CONCLUSIÓN
    ¿Estás tan abrumado que no sabes por dónde empezar? Empieza por mantener un área de tu vida siempre en orden. ¡Toma completo control de esa área! Poco a poco, podrás desarrollar rutinas de mantenimiento por la mañana y por la noche para cada área de tu vida.

    Una vez que estés siguiendo esas rutinas, puedes crear un programa más detallado. ¿Qué tal si seguimos el ejemplo de la creación? Cada parte de la creación del mundo se completó en un día de la semana, asignando ciertas actividades a ciertos días. De la misma forma: el domingo es el día de adoración, descanso y actividades en familia, el lunes es el día de limpieza, el martes lo podemos dedicar a hacer las compras y a nuestro cuidado personal, etc.

    La clave para encontrar tiempo para el trabajo, la familia, los amigos, limpiar y organizar, dar a otros, hacer ejercicio, dormir, pasatiempos y diversión, es asignar un pequeño bloque de tiempo a cada actividad. Utiliza un calendario, planificador, cuaderno o aplicación en tu celular para llevar un registro de tu agenda: lo que funcione para ti. Mantén contigo tu calendario en todo momento y verifícalo al menos dos veces al día como parte de tu rutina.

    Lo que antes te llevaba horas encontrar, lo vas a poder encontrar en segundos. Organizar tu espacio no es complicado, pero requiere un mantenimiento de rutina. Es por eso que para mantener el orden ayuda el desarrollar rutinas. Por ejemplo, si no sabes por dónde empezar a organizar tu casa, entra por la puerta principal y comienza a tu izquierda. Limpia y organiza la primera área que ves y ordena tu hogar u oficina yendo en el sentido de las agujas del reloj. Si no sabes por dónde empezar a organizar tu vida, comienza por tus relaciones más cercanas y cada rol que tienes: esposa, papá, empresaria, hija, hermano, etc. Limpia y organiza cada relación, conservando solamente las que no son tóxicas.

    En el siguiente programa continuaremos con la segunda parte de Cómo encontrar el equilibrio en tu vida.


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