• marzo 3, 2022
  • Quiero ser una mejor persona

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  • INTRODUCCIÓN
    A veces hacemos cosas que sabemos que no están bien, que perjudican a otros e incluso a nosotros mismos, pero las seguimos haciendo. Sabemos que necesitamos ser una mejor persona para nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros amigos y para nosotros mismos, pero sin embargo seguimos con las mismas prácticas destructivas como por ejemplo los malos hábitos, las adicciones, el desenfreno, el mal carácter, etc. Intentamos una y otra vez parar o dejar de hacer lo que estamos haciendo mal, pero hay algo que nos lo impide. No sé si a ti te ha ocurrido, pero a mí sí. ¿No te parece que es tiempo de pensar en por qué hacemos esto y descubrir si hay una solución?

    La gran mayoría de nosotros sabemos que ayer se celebró lo que conocemos como Miércoles de Cenizas, el día con que se inicia la época de Cuaresma, que personalmente creo que debe ser conocida más que por los cuarenta días que dura, como un tiempo de reflexión. El Miércoles de Cenizas es el día después del martes de carnaval, cuando muchas personas se desenfrenan comiendo y bebiendo más de lo debido y realizando prácticas destructivas que luego lamentan.

    En esta época de Cuaresma recordamos que fuimos creados del polvo y que al polvo volveremos. Aun cuando no nos desenfrenemos, todos hacemos cosas que sabemos que no nos convienen o que no están bien. Es que el diablo se esfuerza mucho para desviarnos del camino correcto, así como trató de hacerlo —infructuosamente— con Jesús durante los cuarenta días que estuvo en el desierto.

    Usted y yo, estimado oyente, estamos navegando los caminos traicioneros de la vida. Por detrás nuestro y sin que nos demos cuenta o lo sepamos, suceden muchas más cosas de las que podemos ver. No todo lo que sucede son meras coincidencias o simples motivos de irritación. La Biblia es clara en decir que cada día se está librando una batalla espiritual que impacta directamente nuestra vida.

    No estoy diciendo que cada vez que cometemos un error, o sucede una tragedia, o lastimamos a alguien, podemos excusarnos diciendo: «el diablo me lo hizo hacer». La inclinación a hacer el mal que llevamos en nosotros causa estragos y produce muchos daños en la vida. Pero es de tremenda importancia que recordemos que la Biblia dice que nuestra batalla no es contra personas de carne y hueso. Los poderes de este mundo oscuro y las fuerzas espirituales del diablo en las regiones celestiales, están obrando. Y su objetivo es destruir todo lo que tenga que ver con Dios en nuestra vida. Su objetivo es destruirnos a usted y a mí.

    Jesús dijo que la mentira es el lenguaje original del diablo. Los actos de mentir, engañar, promover creencias erróneas, difundir verdades a medias y justificar pecados le producen placer a Satanás, porque nos separan del camino de Jesús. Sus mentiras, dijo Jesús, llevan a la muerte.

    El diablo está lleno de ira, rabia y furia por haber sido expulsado del cielo y quiere que nosotros suframos la miseria de vivir separados de Dios, así como él está sufriendo. Sabemos que la miseria busca compañía, y eso es lo que el diablo está buscando: que nosotros seamos su compañía en la muerte temporal y eterna.

    Damos gracias a Dios porque Él es más poderoso que el diablo. No tenemos por qué caer en las mentiras y las trampas del diablo. Podemos confiar en que Jesús va con nosotros por el camino de la vida, extendiendo su bendición y gracia en nosotros hasta la eternidad. Esto no quiere decir que todo va a ser fácil, pero podemos tener la seguridad de que, aun en los momentos más difíciles o desconcertantes, Jesús está con nosotros dándonos su paz y cambiando nuestro miedo por su amor.

    Los invitamos a que vayan a la sección RECURSOS,
    donde pueden descargar gratis el folleto
    Satanás, el gran engañador.

    A continuación vamos a hablar sobre algunas estrategias que nos ayudarán a que el diablo, ese gran engañador, no controle ni domine nuestra vida.

    ESTRATEGIA #1: Seamos prudentes y mantengámonos atentos

    Al diablo no le ganamos siendo agresivos o violentos, sino manteniéndonos atentos y actuando con prudencia. Pero ¿cómo podemos estar alertas y ser prudentes, cuando la vida nos abruma y debilita? La única forma de poder ser prudentes, o sea, de tener auto control, dominio propio y templanza, es aprendiendo cada vez más la Palabra de Dios.

    En este tiempo de Cuaresma te invitamos a ejercer la prudencia aferrándote más a la Palabra de Dios.

    ESTRATEGIA #2: Descarguemos nuestras angustias

    ¿Cómo lo hacemos? Presentándoselas a Dios a través de la oración. Nuestro diálogo constante con Dios en oración es de importancia crítica para nuestra sobrevivencia espiritual. Para poder enfrentar con éxito las batallas espirituales, es imprescindible que oremos continuamente. Mantener una conversación constante con Dios significa que Dios está siempre presente en nuestra mente, que no lo excluimos de nada de lo que hacemos y que lo invitamos a que sea parte de cada cosa de nuestra vida. La oración no es algo que hacemos sólo cuando estamos en la iglesia o cuando estamos en apuros. No. La oración es un diálogo íntimo con nuestro Dios Salvador, quien está dispuesto a aliviar nuestras cargas, y quien con tenacidad protege cada uno de nuestros pasos

    En este tiempo de Cuaresma te invitamos a que le entregues tus angustias al Señor en oración.

    ESTRATEGIA #3: Resistamos y mantengámonos firmes

    Podemos resistir y mantenernos firmes porque sabemos que no estamos solos en nuestro sufrimiento. Y esto es motivo de consuelo, ya que no se trata de que el resto del mundo esté disfrutando de una vida sin problemas, mientras nosotros sufrimos. No, tenemos hermanos en la fe que están pasando por las mismas situaciones dolorosas que nosotros estamos pasando.

    Es cierto que muchas veces las iglesias tienen problemas, pasan por conflictos, y les resulta difícil tener en claro cuáles son sus prioridades. Es que las iglesias, por ser formadas y dirigidas por hombres imperfectos, no son perfectas. Pero cuando estamos unidos a otros creyentes, somos capaces de resistir y mantenernos firmes.

    En este tiempo de Cuaresma te invitamos a que te apoyes en una comunidad de creyentes para poder resistir y mantenerte firmes ante las tentaciones del diablo.

    ESTRATEGIA #4: Vivamos en el poder y la promesa de Dios

    Dios no nos da historias imaginarias para mantener nuestra mente ocupada mientras Satanás anda haciendo estragos. No. Él se nos da a sí mismo con su presencia. Tenemos la promesa de que un día las batallas terminarán. Llegará el día en que todos los habitantes del cielo y la tierra escucharemos la proclamación de victoria. Llegará el día en que todos nos postraremos ante el Nombre de Jesús.

    Si echamos una mirada realista a la vida, es fácil ver que es demasiado pesada para cualquiera. Tanto en los momentos difíciles como en los buenos, siempre somos blancos fáciles para Satanás. La única manera de salir triunfantes es con la gracia de Dios. Es maravilloso que Él nos haya llamado a recibir sus dones del perdón y vida eterna, y a caminar con él sirviendo a los demás y compartiendo su amor, viviendo así el propósito más importante que pueda existir en este mundo: marcar una diferencia eterna en la vida de los demás.

    En este tiempo de Cuaresma te invitamos a vivir en el poder y la promesa de Dios.

    CONCLUSIÓN

    Si en el día de hoy te encuentras luchando con las ganas de ser una mejor persona, de no caer más en las tentaciones y manipulaciones del diablo, de dejar de hacer cosas destructivas, de comenzar a hacer lo bueno que no haces, te animamos a que tomes el primer paso. O mejor dicho, el siguiente paso, porque reconocer nuestras luchas, dificultades y tentaciones es el primer y más grande paso. Dios está siempre esperándonos con los brazos abiertos para recibirnos y darnos su perdón y ayuda. No te rindas. Búscalo y lo encontrarás.


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