• octubre 13, 2022
  • Entendiendo la salud mental

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  • INTRODUCCION

    El lunes que acaba de pasar, el 10 de octubre, se celebró el Día Mundial de la Salud Mental. Es un día internacional para la educación, sensibilización y defensa de la salud mental mundial contra el estigma social. Se celebró por primera vez en 1992 por iniciativa de la Federación Mundial de Salud Mental. En Sentido Latino nos unimos a la celebración y en este día quisiéramos llamar la atención sobre las enfermedades mentales y sus principales efectos en la vida de las personas en todo el mundo, pero también resaltar las características de una buena salud mental y algunas sugerencias para nuestro bienestar mental.

    Buena salud mental

    Tener buena salud mental no es sencillamente la ausencia de problemas de salud mental diagnosticables, aunque una buena salud mental puede ayudar a protegernos contra el desarrollo de muchos de estos problemas. Tener una buena salud mental significa que estamos en un estado de bienestar en el que nos sentimos bien y funcionamos bien en el mundo. La buena salud mental es caracterizada por la capacidad que tiene una persona para cumplir una serie de funciones y actividades clave, como:

    * la capacidad para aprender
    * la capacidad para sentir, expresar y gestionar las emociones positivas y negativas
    * la capacidad para formar y mantener buenas relaciones con los demás
    * la capacidad para hacer frente y gestionar el cambio y la incertidumbre
    * la capacidad de contribuir a la comunidad

    Cuando nuestra salud mental es buena, tenemos emociones como felicidad, amor, alegría y compasión, y en general nos sentimos satisfechos con la vida. También sentimos que pertenecemos a una comunidad y estamos contribuyendo a la sociedad. Y por último, tenemos una sensación de bienestar espiritual, una sensación de significado o propósito y sentimientos de paz.

    La resiliencia y la buena salud mental

    Todos enfrentamos desafíos en la vida. Pero, las personas con buena salud mental tienen más probabilidades de hacer frente a los altibajos. Si anhelamos una buena salud mental, es importante aumentar nuestra resiliencia para poder hacer frente a cambios y desafíos inesperados en la vida aprovechando nuestra fuerza interior y utilizando las redes que nos rodean. ¡Y se puede aprender!

    Si tenemos resiliencia podemos controlar mejor el estrés, lo que significa que tendremos menos probabilidades de desarrollar enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad. Puedes aprender habilidades de afrontamiento para aumentar tu resiliencia y garantizar una buena salud mental.

    Según la Lic. Kira M. Newman, estos son algunos pasos intencionales que podemos tomar para aumentar nuestra resiliencia y conseguir o conservar una buena salud mental.

    1. Cambia la narrativa

    Cuando nos sucede algo malo, es común que revivamos el evento una y otra vez en nuestras cabezas, reviviendo el dolor. Este proceso se llama rumiar; es como un giro cognitivo que nos aleja de la curación y el crecimiento.

    La escritura expresiva puede hacernos avanzar ayudándonos a obtener nuevas ideas sobre los desafíos de nuestras vidas. Vamos a escribir de forma libre continuamente durante 20 minutos sobre un problema, explorando nuestros pensamientos y sentimientos más profundos. Cuando lo vemos escrito, nos vemos obligados a confrontar las ideas una por una y darles una estructura, lo que puede conducir a nuevas perspectivas. En realidad, estamos creando nuestra propia narrativa de vida y ganando un sentido de control.

    Una vez que hayamos explorado el lado oscuro de una experiencia, vamos a tratar de enumerar tres cosas positivas al respecto.

    2. Enfréntate a tus miedos

    Al enfrentar nuestros miedos no podemos hablar de tales miedos en sí, sino que tenemos que abordar las emociones directamente.

    El primer paso es exponernos lenta y repetidamente a lo que nos asusta, en pequeñas dosis. Con el tiempo podemos aumentar gradualmente el desafío hasta que estemos listos. A esto se le conoce como «terapia de exposición» y nos ayuda a cambiar las asociaciones que tenemos con un estímulo en particular.

    Por ejemplo, si hemos viajado en avión 100 veces y el avión nunca se ha estrellado, nuestro cerebro (y nuestro cuerpo) empiezan a aprender que es seguro. Aunque es posible que el miedo nunca se extinga por completo, es probable que tengamos un mayor valor para afrontarlo.

    3. Practica la autocompasión

    La autocompasión es tener compasión de nosotros mismos: enfrentar nuestro sufrimiento con calidez y bondad, sin juzgar. Hay tres pasos, que corresponden a los tres aspectos de la autocompasión:

    1. Sin juicio ni análisis, observa lo que sientes.
    2. Recuerda que no estás solo: todo el mundo experimenta emociones profundas y dolorosas.
    3. Sé amable contigo mismo: pon la mano en el corazón y piensa o di palabras amables, comprensivas, compasivas.

    Ser amable con nosotros mismos puede ser un desafío. Te recomendamos el ejercicio de «la carta compasiva», donde vas a pasar 15 minutos escribiéndote palabras de comprensión, aceptación y ánimo sobre una situación específica, como si estuvieras hablándole a un amigo. Muchas veces somos más compasivos con otros que con nosotros mismos.

    4. Medita

    Usualmente nos vemos envueltos en nuestros pensamientos más dolorosos y rumiamos sobre cosas que salieron mal en el pasado, o nos ponemos ansiosos por las cosas que quizás puedan suceder. Debemos hacer una pausa y llamar intencionalmente nuestra atención al presente, y a menudo nos encontramos con que las cosas están… bien.

    Cuando practicamos la atención plena llegamos cada vez más al presente, y podemos así lidiar con las emociones negativas cuando surgen. Así, en vez de dejarnos llevar por el miedo, la ira o la desesperación, podemos superarlos de forma intencional.

    5. Cultivar el perdón

    Las investigaciones sugieren que cultivar el perdón podría ser beneficioso para nuestra salud mental y física. Si quieres más información en cuanto al perdón, puedes escuchar nuestros programas en cuanto a este tema en esta página web.

    Con la práctica, vas a tener una caja de herramientas con técnicas que vienen de forma natural. El sólo hecho de saber que has desarrollado tus habilidades de resiliencia puede ser un gran consuelo, e incluso un refuerzo de tu felicidad.

    ¿Por qué ocurren las afecciones de salud mental?

    Lo que determina trastornos mentales incluye no solo atributos individuales como la capacidad de gestionar los pensamientos, emociones, comportamientos e interacciones con los demás, sino también factores sociales, culturales, económicos, políticos y ambientales como las políticas nacionales, la protección social, los niveles de vida, las condiciones de trabajo y el apoyo comunitario. El estrés, la genética, la nutrición, las infecciones perinatales y la exposición a peligros ambientales también son factores que contribuyen a los trastornos mentales. En pocas palabras, le puede pasar a cualquiera.

    El objetivo general del Día Mundial de la Salud Mental es crear conciencia sobre los problemas de salud mental que hay en todo el mundo y movilizar esfuerzos en apoyo de la salud mental como también hacer de la salud mental y el bienestar para todos una prioridad mundial.

    La pandemia de COVID-19 creó una crisis mundial en la salud mental, alimentando el estrés a corto y largo plazo y afectando la salud mental de millones de personas. Se estima que el aumento tanto de la ansiedad como de los trastornos depresivos fue de más del 25% durante el primer año de la pandemia, cuando los servicios de salud mental estaban gravemente interrumpidos.

    En Sentido Latino queremos profundizar el valor y el compromiso que le damos a la salud mental como individuos, comunidades e iglesias. Debemos fortalecer la atención que le damos a la salud mental porque el estigma y la discriminación siguen siendo una barrera para la inclusión social y el acceso a la atención adecuada.

    Las condiciones de salud mental pueden tener un efecto grave en todas las áreas de nuestra vida. Dos de las condiciones de salud mental más comunes son la depresión y la ansiedad. Y aunque hay muchos trastornos mentales diferentes, usualmente se caracterizan por una combinación de pensamientos, percepciones, emociones, comportamiento y relaciones diferentes con los demás. Pero, existen estrategias eficaces para prevenir trastornos mentales como la depresión, como también existen tratamientos eficaces para aliviar el sufrimiento causado por ellos.

    Día de salud mental

    Por eso queremos cerrar este programa recomendándote que te tomes un día de salud mental. La mayoría de los trabajos lo aceptan. Básicamente entra dentro de los días pagados por enfermedad. Y deben aprobártelo. Es un día en el cual no vamos a involucrarnos con las principales fuentes de nuestro estrés o frustración. Es un día para relajarnos, descomprimirnos y cuidarnos en general. Si notamos que estamos fácilmente agitados, agotados física o mentalmente, ansiosos o incapaces de concentrarnos, probablemente estamos necesitando tomarnos un día de salud mental.

    Todas las personas tenemos un ciclo de agotamiento diferente y único. Así que tenemos que prestar atención y ser astutos en cuanto a nuestra salud mental. Prevenir el agotamiento es vital. No sigas poniéndote en segundo plano hasta que sea demasiado tarde.

    Tu autocuidado puede ser lo que quieras que sea. Estos son algunos ejemplos de lo que puedes hacer durante tu día de salud mental:

    * Ve a yoga o a desayunar con un amigo.
    * Quédate en casa a escuchar música, leer o mirar tus programas favoritos.
    * Descansa, haz ejercicio o date un baño largo.
    * Trabaja en un proyecto de arte.
    * Ve a un partido de béisbol o a pescar.
    * Elige uno o varios de los ejercicios que te sugerimos hoy y ponlo en práctica.

    Lo que estamos intentando hacer es cerrar la respuesta del sistema nervioso que rige nuestra ‘respuesta de lucha o huida’. En tu día de salud mental, haz lo que sea que te haga sentir más conectado a tierra y en control.

    CONCLUSION

    Tu cerebro es parte de tu cuerpo. Creo que ya es hora de acabar de una buena vez con el estigma de que no existen las afecciones de salud mental. Es como decir que el dolor de cabeza no existe. Nuestra salud mental afecta todas las áreas de nuestra vida. Recuerda que tener una buena salud mental no significa solamente no tener ninguna afección. Tener una buena salud mental significa que estamos en un estado de bienestar en el que nos sentimos bien y funcionamos bien en el mundo.

    La depresión y otras enfermedades mentales pueden sacudirnos hasta la médula, pero no estamos solos. Jesús está con nosotros en los lugares más oscuros, porque Él es la luz del mundo, la luz que ninguna oscuridad puede vencer. Dios es más poderoso que la depresión y la ansiedad, y nos ha dejado personas y recursos para cuidarnos y ayudarnos a sentirnos mejor.

    Si te sientes ansioso o deprimido, trata algunos de los consejos que te dimos acá. Si aún no te sientes mejor, te recomendamos hacer una cita con tu doctor de cabecera. A veces solamente necesitamos un empujoncito de medicamentos para que se regulen nuestros químicos en el cerebro y nos comenzamos a sentir mejor. En Sentido Latino estamos disponibles y dispuestos para escucharte y acompañarte.

    Y recuerda que Dios nunca te deja y que él se hace fuerte cuando estás sin fuerzas.


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