• julio 17, 2025
  • Descubriendo el TDAH

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  • Introducción

    Hoy queremos conversar sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, o TDAH (ADHD en inglés).

    ¿Alguna vez has sentido que tu mente no para, como si fuera un carrusel que da vueltas y vueltas sin detenerse? Tal vez conoces a alguien que parece estar siempre luchando por enfocarse, terminar tareas o evitar distraerse. Muchas veces, estas situaciones se malinterpretan como falta de disciplina o desinterés, pero ¿y si no se trata de eso?

    Este tema afecta a millones de personas, incluyendo a nuestra comunidad latina aquí en Estados Unidos. El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, o TDAH no es una falla personal ni una excusa. Es una realidad del cerebro que puede hacer que la vida sea más complicada, pero también algo que se puede manejar y entender para vivir de manera más plena.

    Para hablar sobre este tema, vamos a usar el libro «ADHD is Awesome” de Penn y Kim Holderness, que lamentablemente se encuentra disponible solo en inglés. Penn, el esposo, sufre de TDAH, por lo que Kim, su esposa, ha tenido que aprender a vivir con el TDAH. En este libro, ellos comparten sus experiencias y dan consejos prácticos que hacen que este tema sea más fácil de comprender.

    Lo que más me gusta es el enfoque positivo que tienen, ayudándonos a ver que, aunque el TDAH trae desafíos, también puede ser una oportunidad para crecer y destacar.

    Si tú o alguien que conoces enfrenta algo parecido, este podcast puede ser un buen comienzo para entender mejor qué es el TDAH y cómo se puede manejar. Lo importante es recordar que no estás solo y que hay herramientas y estrategias que pueden hacer una gran diferencia.

    Lo que NO ES EL TDAH

    Queremos dejar muy claro que el TDAH no es un defecto de carácter ni una falla personal, ni tampoco es el resultado de una mala crianza, consumo excesivo de azúcar o de videojuegos. Tampoco es una moda ni una excusa para evitar responsabilidades.

    Las personas con TDAH no eligen sus comportamientos, ya que estos son el resultado de diferencias neuroquímicas en el cerebro.

    Entonces, ¿qué es el TDAH?

    Es un trastorno neurológico crónico, pero manejable, que afecta la atención, la impulsividad y la hiperactividad. Las personas con TDAH enfrentan desafíos como completar tareas, escuchar atentamente o gestionar el tiempo. Pero también tienen la capacidad de enfocarse intensamente en temas que les apasionan, algo que puede convertirse en una fortaleza única.

    ¿Cómo se ve el TDAH?

    Los síntomas pueden parecer desorganización, falta de tiempo o impulsividad. Pero ninguno de estos comportamientos son elecciones que la persona hace, sino respuestas involuntarias del cerebro.

    A continuación compartimos algunos ejemplos reales del libro que muestran cómo el TDAH afecta la vida diaria:

    1. Distracción extrema: Penn relata cómo, un día, dejó encendida la estufa después de cocinar, lo que casi provocó un incendio. Su vecino tuvo que intervenir para apagarla mientras perseguía al perro que se le había escapado.

    2. Pérdida constante de objetos: Una de las anécdotas más graciosas es cuando Penn encontró su cuchara con mantequilla de maní en la despensa o su teléfono en el gabinete de especias.

    3. Desorganización: Kim describe cómo Penn olvidó poner una taza debajo de la cafetera, resultando en café derramado por toda la cocina.

    Todas estas situaciones pueden ser frustrantes, pero también muestran la importancia de tener un sistema de apoyo.

    El impacto emocional del TDAH

    El TDAH no solo afecta la productividad diaria, sino también la autoestima. Desde niños, muchas personas con TDAH enfrentan críticas y etiquetas como «vago», “perezoso” o «problemático». Estas experiencias pueden hacer que muchos internalicen esas críticas y piensen: «Soy un fracaso». Pero no se trata de fallas personales, sino de desafíos que pueden superarse con comprensión y estrategias adecuadas.

    Por otro lado, la vergüenza y la culpa suelen amplificar el dolor inicial de los errores. Por ejemplo, si alguien olvida una cita importante, el problema no solo es la cita perdida, sino el auto juicio que sigue: «Siempre arruino todo». Reconocer que los errores no nos definen es clave para aliviar esta carga emocional.

    Un mundo ideal para el cerebro con TDAH

    El libro propone una mirada humorística a cómo sería un mundo diseñado para personas con TDAH. Imagina esto:

    • Tiendas sin filas y autos autolimpiables para evitar frustraciones.
    • Escuelas con clases cortas y métodos de enseñanza dinámicos, como juegos interactivos.
    • Restaurantes con bufés para poder probar de todo sin necesidad de esperar.

    Aunque estas ideas parecen irreales, resaltan la importancia de hacer ajustes prácticos en el entorno para mejorar la calidad de vida.

    Estrategias prácticas para manejar el TDAH

    1. Crear sistemas visuales y recordatorios
    Muchas personas con TDAH necesitan apoyos adicionales para recordar tareas.

    o Ejemplo práctico: Si tiendes a olvidar citas, utiliza un calendario visible en la pared o configura alarmas en tu teléfono para que te recuerden eventos importantes.

    2. Trabajar en intervalos cortos
    La atención sostenida puede ser un desafío, pero dividir las tareas en bloques manejables ayuda.

    o Ejemplo práctico: Si necesitas limpiar la casa, dedica 20 minutos a una tarea específica, toma un descanso breve y luego continúa.

    3. Eliminar distracciones
    Un espacio limpio y organizado mejora la concentración.

    o Ejemplo práctico: Si trabajas desde casa, mantén tu escritorio libre de objetos innecesarios y usa auriculares para bloquear los ruidos.

    4. Priorizar lo esencial
    Puede ser difícil decidir por dónde empezar cuando todo parece urgente.

    o Ejemplo práctico: Haz una lista diaria con tres tareas clave y enfoca tu energía en completarlas antes de pasar a otras cosas.

    5. Buscar ayuda profesional
    Un diagnóstico adecuado puede marcar la diferencia. Los médicos y terapeutas pueden ayudarte a entender mejor cómo funciona tu cerebro y ofrecerte herramientas específicas.

    Una perspectiva espiritual: Dios nos guía en nuestras luchas

    Mientras exploramos estrategias prácticas para manejar el TDAH, es importante mantener presente la perspectiva espiritual. Sí, es útil usar recordatorios, organizar las tareas en pequeños bloques y buscar apoyo profesional, pero también debemos recordar quién nos creó y el valor intrínseco que tenemos por ser hijos de Dios.

    En el Salmo 139:14 leemos: «Te alabo porque soy una creación admirable. ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!»

    Estas palabras nos aseguran que, incluso en nuestras luchas, somos parte del diseño perfecto de Dios, creados con un propósito único.

    A menudo las personas con TDAH, o quienes las rodean, pueden sentirse frustradas o agotadas por los retos del día a día: la falta de atención, el olvido constante o la dificultad para organizarse. Estas luchas pueden hacernos sentir inadecuados o fuera de lugar, pero la Palabra de Dios nos recuerda que no somos definidos por nuestras limitaciones. Somos su obra, y en esa verdad encontramos valor y propósito.

    El TDAH no es un error, y aunque puede traer desafíos, también nos permite experimentar la gracia y el amor de Dios de maneras únicas. Recuerda: eres una creación maravillosa, diseñada con propósito.

    Conclusión

    Hoy exploramos el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), un tema que afecta a millones, especialmente en nuestra comunidad latina en Estados Unidos, desmitificando ideas erróneas, ofreciendo estrategias prácticas y fomentando la empatía en nuestra comunidad.

    Recuerda que el TDAH no es una falla personal ni un obstáculo insuperable, sino una condición neurobiológica que, con comprensión, estrategias prácticas y apoyo, puede manejarse para vivir de manera plena y significativa, recordando que somos una creación admirable diseñada con propósito por Dios.

    Y que con estrategias prácticas como trabajar en intervalos cortos, usar recordatorios visuales y buscar apoyo profesional, es posible manejarlo de manera efectiva y llevar una vida más plena. También reflexionamos sobre cómo ajustes en nuestro entorno y actitudes empáticas pueden hacer una gran diferencia.

    El TDAH no es el final de tu historia, es solo un capítulo más en tu vida. En lugar de verlo como una barrera, aprendamos a verlo como una oportunidad para comprender mejor nuestras fortalezas y desafíos, y para apoyar a quienes amamos. Como comunidad latina aquí en Estados Unidos, tenemos el poder de crear espacios de empatía donde cada persona pueda sentirse valorada y entendida.

    Construyamos juntos un futuro donde nuestras diferencias sean nuestras mayores fortalezas.


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