• abril 1, 2021
  • En contra de la corriente

  • Regresa

  • Detalle de lo tratado
    Introducción
    La corriente de nuestra sociedad
    La soga de la fe
    En contra de la corriente
    Conclusión

    INTRODUCCIÓN
    Hace unos años atrás llegó el huracán Allison a Houston, TX, donde vivíamos. Fue horrible y devastador. La lluvia no paraba y las calles pronto se inundaron. El nivel del agua subió peligrosamente dentro de nuestra casa, así que un vecino nos invitó a subir a su techo recién instalado. Cuando salimos de la casa, nos encontramos con que el agua corría muy fuerte. Tuvimos que ir en contra de esa corriente hasta llegar a la escalera fuera de la casa del vecino que nos llevaba a su techo.

    Cuando estábamos ya a salvo, vimos que había una anciana sola en su casa y sin poder salir. Ella no podía caminar bien así que la corriente fácilmente se la podía llevar. Llamamos al 911, pero los carros no podían pasar debido a la cantidad de agua que había: las carreteras se habían convertido en ríos. Mi hijo César Ernesto y yo decidimos organizar el rescate y, con los otros vecinos varones, nos amarramos unas sogas en la cintura para que la corriente no nos arrastrara y así fuimos a sacar a la anciana. Con muchas luchas y usando toda nuestra fuerza logramos buscarla y sacarla de la corriente tan fuerte y peligrosa del agua.

    ¡Nos llevamos un susto muy grande! Pero Dios nos ayudó y nos mantuvo a todos a salvo. Luego de estar en el techo muchas horas llegaron los rescatistas en unos botes con motor fuera de borda, pero la corriente era tan fuerte que no pudieron rescatarnos. Nos dijeron a través de altavoces que iban a mandar un helicóptero pero este tampoco llegó, así que amanecimos en el techo esperando que las aguas bajaran.

    LA CORRIENTE DE LA SOCIEDAD
    Todo eso me recuerda a la corriente tan fuerte con la que luchamos cada día: la corriente de la sociedad. Estamos en Semana Santa y la mayoría de los latinos la conmemoramos con mucho respeto. Un día como hoy, en ese primer Jueves Santo, Jesús instituyó la Santa Cena, les lavó los pies a los discípulos y les dio un nuevo mandamiento, un mandamiento que nos lleva a vivir en contra de la corriente: amarnos unos a otros de la forma en que Él nos amó.

    Pero, ¿qué vemos en la sociedad hoy en día? No vemos a muchos dispuestos a lavarle los pies a los demás. No vemos a muchos que estén dispuestos a permanecer humildes y amar sin esperar nada a cambio. Lo que sí vemos, en cambio, es una corriente muy fuerte de odio, peleas, rencores, división, racismo, desprecio por la vida humana, etc.

    Si no nos amarramos la soga de la fe en la cintura, fácilmente la corriente de la sociedad nos puede arrastrar y nos podemos ahogar en sentimientos ruines que solo nos llevan a nuestro propio mal.

    LA SOGA DE LA FE
    Una gran cantidad de los latinos que vivimos en los Estados Unidos traemos raíces de fe de nuestros países, donde nuestros padres o quizás abuelos nos enseñaron acerca de Jesús. Es casi parte de nuestra cultura. Aprendimos que Jesús hizo muchas cosas para salvarnos y para traernos a la fe, y con esa fe amarrada a la cintura podemos llevar vidas diferentes, sin dejarnos arrastrar por las corrientes de hoy.

    En una semana como esta, hace muchos años, Jesús decidió escribir su amor por nosotros en forma diferente. El Señor usó su cuerpo como su mano, su sangre como la tinta y la cruz como el cuaderno donde escribir la historia más importante del mundo. Su sufrimiento, crucifixión y muerte nos hablan más fuerte que cualquier corriente de odio o desamor. Esa acción de Jesús es un testimonio de su amor por la humanidad perdida. Si hoy le preguntáramos: «¿A qué has venido, Jesús?» Nos respondería: «He venido a mostrarles cuánto los amo».

    En la sección RECURSOS puedes descargar gratis
    el folleto «MEDITACIONES SOBRE LAS SIETE PALABRAS»

    EN CONTRA DE LA CORRIENTE
    Muchas veces es más fácil dejarnos arrastrar por malos sentimientos o acciones que no benefician a nadie. Buscamos respeto y poder en vez de humildad y paz. Nuestro mismo ser forma parte de la fuerte corriente que nos quiere arrastrar hacia lo más fácil. Sin embargo, con la certeza del amor de Jesús amarrado a nuestra cintura, podemos ir seguros en contra de la corriente.

    Jesús sufrió traición, abandono, burlas y sufrimiento, y fue clavado en una cruz como si fuera un criminal vergonzoso. Pero luego Dios lo levantó de la tumba como el héroe que, por su obediencia a la voluntad del Padre, venció a Satanás y a la muerte. Y luego de su resurrección Jesús fue llevado a los cielos, desde donde reina exaltado sobre todos los reinos de la tierra.

    CONCLUSIÓN
    Jesús fue en contra de la corriente de nuestro pecado y venció. En este Jueves Santo te pregunto:

    * ¿Qué necesitas hacer hoy para amarrarte la soga de la fe que te ayude a ir contra la corriente?
    * ¿A quién conoces que necesite tu amor incondicional?
    * ¿De qué maneras puedes servir a quienes te rodean y amarlos de la manera en que Jesús te amó a ti?
    * ¿A quién puedes hablarle hoy sobre Jesús?

    Te propongo un desafío: escoge a 2 personas, y háblales esta semana de Jesús.


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