• noviembre 25, 2021
  • Criando a los hijos con respeto – Parte 2

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  • Introducción

    ¡Qué alegría es celebrar el Día de Acción de Gracias! Independientemente de las opiniones diferentes con respecto al motivo del primer Día de Acción de Gracias o cualquier otra polémica en cuanto a este día, en Sentido Latino decidimos, con mucha alegría, adoptar este día para estar agradecidos de corazón y para DEMOSTRARLO.

    Así que, para empezar, compartimos con ustedes el siguiente poema.

    No hay que dar por sentado el pan en el plato, la paz en las calles,
    un techo en la noche, manta para el frío, el beso en la frente o la luz
    en la niebla.

    ¿Quién nos garantiza el fuego en invierno, el arado en el surco,
    el agua en el vaso, alivio en la herida, un verso en el aula,
    puertas en el muro?

    Hay tanta bendición desapercibida, tanto privilegio ignorado,
    tanta oportunidad inadvertida por el hábito, la rutina o la costumbre,
    que olvidamos LA GRATITUD.

    José María Rodríguez Olaizola, SJ

    Por todas esas cosas que menciona el poema hoy damos gracias. Y también damos gracias por nuestros hijos. Ya sean hijos biológicos o adoptados, sobrinos, nietos, alumnos, etc., los hijos son una bendición. Y a petición popular, hoy queremos seguir compartiendo con ustedes nuestros consejos favoritos para criar hijos.

    Como les decía en un programa anterior, donde tratamos la primera parte de este tema, yo tuve la dicha de criar 7 hijos y ahora tengo el honor de ver a mis 7 hijos en la crianza de mis 16 nietos. Y si bien es cierto que la crianza de los hijos es un desafío, también es cierto que tenemos a nuestra disposición muchos recursos que pueden ayudarnos a hacerlo con éxito.

    Te invitamos a que vayas a la sección Recursos y descargues de forma gratuita nuestro folleto titulado «Criando a los hijos con respeto», donde encontrarás 30 consejos prácticos.

    A continuación compartimos con ustedes algunos de esos consejos que creemos sientan las bases para criar a nuestros hijos con seguridad, amor y respeto. Cada uno de ellos puede adaptarse a su propio estilo de crianza, pero los invitamos a que hagan un esfuerzo por rodearse de familiares y amigos que apoyen sus elecciones. Recordemos que no necesitamos hacerlo solos y que podemos hacerlo con corazones agradecidos.

    1. Tómate tiempo para escuchar

    No todos podemos ser brillantes oradores, pero la mayoría de nosotros podemos ser buenos oyentes, y eso es una parte importante de cualquier conversación. Escuchar es un arte perdido en muchas familias, que a menudo se encuentran yendo en 10 direcciones diferentes a la vez.

    Con un corazón agradecido, proponte escuchar tanto con tus ojos como con tus oídos. En otras palabras, mira a tu hijo para que sepa que le estás escuchando. Presta atención a lo que dicen o no dicen tus seres queridos, y a cómo lo dicen. En los años cruciales de la adolescencia, los padres que escuchan atentamente a sus hijos podrán mantener las líneas de comunicación abiertas.

    2. Mantén el humor

    El humor le da color a la vida, ayudándonos a poner las cosas en perspectiva. La vida siempre va a tener sus altibajos, pero una buena parte de ella es bastante suave y estable. Incluso las actividades normales y rutinarias pueden ser sazonados con humor y risas.

    3. Enséñale a tu hijo a ser un buen administrador

    Cuando le enseñas a tu hijo el valor del dinero y cómo administrarlo, le estás enseñando a ser autosuficiente, lo estás capacitando para que pueda concretar sus ambiciones, lo estás preparando para su vida adulta y le estás enseñando a asumir su responsabilidad por los necesitados.

    4. Sé amigo de sus amigos

    Cientos de adolescentes que respondieron a la pregunta: «¿Cuáles son las cualidades de un verdadero amigo?», dijeron que la cualidad más importante de un verdadero amigo es la lealtad. Otras cualidades destacadas fueron: comprensión, desinterés, paciencia, respeto, honestidad, fiabilidad y autocontrol. Es reconfortante ver que tantos jóvenes busquen en otros las mismas cualidades que sus padres quieren ver en ellos.

    Ninguno, ni siquiera uno, de los amigos de tus hijos, es perfecto. Cada vez que puedas, has un comentario favorable de sus amigos. Dile tus reservas sobre alguno de ellos solamente cuando sea necesario. Con un corazón agradecido, haz de tu hogar un lugar donde sus compañeros y amigos se sientan bienvenidos.

    5. Dale una instrucción sexual sana

    Un informe dice que «las encuestas de estudiantes de educación secundaria muestras que solamente 1 de cada 20 ha recibido instrucción sexual de sus padres. Y entre los que lo hicieron, hay quejas frecuentes de que sus conversaciones fueron «incómodas», «demasiado poco», «demasiado tarde» o «insuficientes».

    La maravilla del diseño de Dios para el hombre y la mujer debe acompañar el conocimiento cada vez mayor de su sexualidad. Lo que le enseñan en la iglesia y la escuela complementa, pero nunca reemplaza el papel de los padres en dar una instrucción adecuada y cuidadosa. La obligación es seria y, especialmente en el mundo actual, no debe tomarse a la ligera.

    6. Háblale sobre el amor verdadero

    Todos necesitamos sentirnos amados. Y no hay mayor amor que el que Dios nos ha mostrado a través de Jesús. El amor de Dios es incondicional: no depende de nada que hagamos, sino que él nos lo da libremente. ¿No es eso lo que tú quieres para tu hijo: que se sienta amado total e incondicionalmente?

    Pero no lo podemos lograr por nuestra cuenta. Por ello es que Dios lo hace por nosotros. Él envió a Jesús para que cargara con todas nuestras imperfecciones y fallas y las llevara a la cruz, donde entregó su vida por ellas. Con un corazón agradecido, ahora podemos vivir como hijos de Dios amados y perdonados, y podemos guiar a nuestros hijos para que conozcan la naturaleza del amor de Dios, que es el amor más profundo y verdadero que existe.

    7. Alimenta la vida espiritual de tus hijos

    Es maravilloso tener la responsabilidad de educar a nuestros hijos en el amor de Dios. Para los hijos más chicos es más fácil confiar en lo que los padres les enseñan. Pero a medida que van creciendo, se van volviendo más propensos a cuestionar la fe y detectan cualquier incongruencia entre el precepto y la acción. Si asistes regularmente a la iglesia para adorar a Dios de corazón, y no por costumbre u obligación, ellos también lo harán.

    El pedir la bendición antes de las comidas sirve como un recordatorio diario de nuestra dependencia completa y gozosa en el Señor. El leer en voz alta la Biblia en una versión fácil de de entender durante los devocionales es otra forma de hacer presente en el hogar a Jesucristo como Salvador y amigo de la familia.

    8. Sé un ejemplo de perdón

    Todos cometemos errores. Por mucho que queramos hacer lo correcto, a menudo no lo hacemos. Esa es la naturaleza del pecado. Afortunadamente, Dios ha resuelto este problema a través de Jesucristo: «Pero Dios demuestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros» (Romanos 5:8).

    En nuestra familia, esto significa que no tenemos que sentirnos agobiados por los errores que cometemos o los que otros cometen y que nos hacen daño. Gracias al perdón que Dios nos da, podemos superar los errores y comenzar de nuevo. Con un corazón agradecido, podemos enseñarles a nuestros hijos a decir: «Lo siento», o «te perdono», y también lo podemos decir nosotros. Porque Dios nos da el poder de amar y perdonar: «Sean bondadosos y misericordiosos, y perdónense unos a otros, así como también Dios los perdonó a ustedes en Cristo» (Efesios 4:32).

    Conclusión

    Por encima de todo, con un corazón agradecido, ama a tus hijos y déjate amar. Hoy quisimos compartir con ustedes nuestros consejos favoritos para criar hijos y para hacerlo con un corazón agradecido.

    La crianza de los hijos es ciertamente un desafío, especialmente en el mundo actual, donde los padres seguimos siendo la principal influencia en nuestros hijos, pero ya no somos más la única influencia.

    Sabemos que nada de esto es fácil, pero Dios está con nosotros. Si quieres pedirle ayuda a Dios en tu jornada como padre o madre, abuelo, abuela o padre substituto, habla con Él. Él siempre está dispuesto a escucharte y atender tus oraciones.


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