• julio 11, 2019
  • ¿Cuál es tu mayor inversión?

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  • Detalle de lo tratado
    Invierte en ti mismo:

    • Invierte tu tiempo
    • Invierte en tu crecimiento personal
    • Invierte en tu cuerpo
    • Invierte en tus relaciones
    • Invierte en experiencia

    INTRODUCCIÓN
    A pesar de los muchos caminos y oportunidades que la vida nos ofrece, muchas veces desperdiciamos nuestros días y talentos haciendo algo solo por dinero o porque creemos que no tenemos otra opción, que así es como nos ha tocado la vida y no nos queda más que aceptarlo. Sin embargo, lo que cosechemos en la vida depende de en qué invertimos nuestros recursos. ¿No es cierto?

    Entonces…

    INVIERTE EN TI MISMO
    Todos hemos escuchado el refrán que dice que «el conocimiento es poder». Sin embargo, muchos son los que no quieren invertir tiempo, energías o dinero en adquirir conocimientos, aun sabiendo que ello les permitirá encontrar nuevos caminos y les abrirá nuevas posibilidades. Invertir en uno mismo es una de las mejores inversiones que podemos hacer en la vida.

    Algunas personas lo hacen: estudian, se preparan, trazan un plan y van en busca de sus sueños. Algunos aciertan y otros fracasan, pero quienes fracasan aprenden lecciones y lo vuelven a intentar. De pronto, y casi sin darse cuenta, esas personas comienzan a darle significado y propósito a su vida.

    La estrategia es simple, pero tremendamente poderosa:

    Antes de comenzar a invertir en cosas materiales,
    piensa en invertir en ti mismo.

    Como puedes ver, las mejores inversiones no comienzan con dinero, sino en uno mismo. Si no tienes dinero para invertir no pasa nada. De hecho, si no tienes una base de conocimiento, entonces es bueno que no tengas dinero para invertir, porque probablemente lo perderías. La mayoría de personas que han ganado la lotería, pierden todo a los pocos años por no tener la mentalidad y la preparación adecuadas para manejar tanto dinero.

    Invierte tu tiempo
    Tu tiempo es tu mayor recurso: es finito y es lo más valioso que tienes. Valóralo y utilízalo como tal. Cada día es un regalo que Dios te ha dado, y tú eliges qué hacer con él. Entonces, pregúntate en qué estás invirtiendo tu tiempo.

    Invierte en tu crecimiento personal
    Lee libros y blogs. En el momento en que adoptas y llevas a la práctica aunque sea una idea de lo que has leído, cada libro que leas se sumará a tus recursos.

    ¿Qué te interesa aprender, lograr y/o desarrollar?
    Existen libros sobre deporte, entrenamiento físico, programación, nutrición, inversiones en la bolsa de valores, diseño web, relaciones personales, idiomas, autoestima, carpintería, etc.

    • Lee biografías sobre las personas que han conseguido lo que quieres. Conoce su forma de pensar, sus luchas y sus derrotas.
    • Invierte en cursos en línea, gratis o pagos (no necesitas tener mucho dinero para acceder al mejor conocimiento que existe), o participa de los que ofrece tu biblioteca local.
    • Aprende inglés. En el mundo actual, invertir tu tiempo en aprender inglés es una de las mejores inversiones que existen.
    • Escucha Podcasts en iHeart, iTunes, Spotify, etc., y aprovecha todo el material gratuito que te ofrece YouTube. Te sorprenderás de todo la información valiosa que hay a disposición. Hoy en día, el conocimiento está al alcance de la mano, y ni siquiera tienes que pagar por ello.

    En la era de las comunicaciones, ¡no hay excusa para no saber algo!

    Invierte en tu cuerpo
    Si tu tiempo es tu mayor recurso, entonces utiliza una parte de él para hacer ejercicio. De nada sirve que te enfoques en invertir en conocimientos, si estás degradando tu cuerpo con una mala alimentación y poca actividad física. Ten en cuenta lo siguiente:

    • Tu cuerpo es una máquina increíble de movimiento. No está hecho para pasar todo el tiempo sentado y acostado.
    • Aprende y practica un deporte; tal vez encuentres tu nueva gran pasión.
    • Proporciónale un buen combustible: tu cuerpo es el único vehículo que tienes para viajar e interactuar con el mundo.
    • Compra comida saludable que, no solamente te hace bien, sino que también suele ser más económica que la comida procesada.

    Invierte en tus relaciones

    • Dedica tiempo a tu familia, a tus seres queridos y a aquellas personas que te hacen ser mejor.
    • Cultiva buenas relaciones.
    • Pasa tiempo con tus hijos, novio(a), cónyuge y amigos.

    Todas estas son grandes inversiones de vida para las cuales no necesitas dinero.

    Invierte en adquirir experiencia
    La característica más valorada en un empleado es su experiencia. Una persona muy experimentada puede ganar mucho mejor que alguien que carece de ella. Entonces… Invierte en experiencia. Fíjate en las personas que han llegado allí donde tú crees querer estar, y pregúntate si realmente quieres llegar allá.

    Recuerda: tu tiempo es el único, verdadero e irremplazable recurso que tienes. Si no lo utilizas en ser mejor y en estar más preparado, pasarás la vida viviendo con los ojos vendados y puede llegar el día en que te arrepientas.

    Invierte en producir
    Estamos tan acostumbrados a consumir, que muchas veces consumimos sin darnos cuenta que lo estamos haciendo. Ejemplo: vamos al supermercado a comprar 15 cosas y salimos con 25, no todas ellas necesarias. Quizás, si concentráramos nuestra energía en producer más que en consumer, nuestra vida sería muy diferente.

    Pero no hablamos aquí de que produzcas trabajando todo el día en la fábrica, sino de otro tipo de cosas. Algunas ideas:

    • Produce momentos de cariño con tus seres queridos.
    • Produce una relación de pareja saludable en amor y apoyo mutuo.
    • Produce más memorias con tus seres queridos.
    • Si tienes hijos, edúcalos de tal forma que se conviertan en adultos sanos y productivos.
    • Genera una buena relación laboral con tus compañeros.
    • Comienza a producir un cuerpo saludable a través de una buena alimentación y ejercicio.
    • Produce una mente despierta, nutriéndola con buenos y nuevos conocimientos.
    • Produce momentos agradables en tu vida y la vida de quienes te rodean.
    • No trabajes por dinero; trabaja con amor. Si no puedes hacer tu trabajo con amor prepárate para dejarlo, pues jamás darás allí lo mejor de ti.

    Cuando te concentras en dar, te olvidas de consumir. Producir se convertirá, entonces, en una razón de ser y tu vida comenzará a cambiar.


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