• febrero 15, 2024
  • Cuando la vida no sale como planeamos

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  • Hoy queremos conversar sobre eso que a todos nos ha pasado en algún momento: cuando la vida no sale como la planeamos, cuando nos parece que todo se desmorona y nuestros sueños y expectativas se ven frustrados. Pero ¡tranquilos! Vamos a compartir con ustedes algunas formas de encontrar la felicidad incluso cuando las cosas no salen como esperamos, usando los consejos que la Dra. Juliana Breines ofrece en su artículo «4 formas de encontrar la felicidad cuando la vida no funciona según lo planeado».

    Y es que a veces, cuando nuestros planes y sueños no se concretan, el golpe puede ser muy duro. Es como si perdiéramos ese futuro que tanto imaginamos. ¿Y saben qué? Eso puede implicar un proceso de duelo que debemos tomarnos en serio. En situaciones así es normal sentir tristeza y pasar por momentos difíciles.

    Pero ¡no todo está perdido! Saborear las experiencias positivas, esas pequeñas cosas que nos alegran el día, nos puede ayudar a encontrar más alegría en la vida, incluso cuando las cosas no van como esperábamos. Y, ¿saben qué más? Si vemos la vida como un viaje lleno de desafíos y superaciones, podemos encontrar más propósito. Así que, ¡ánimo! Afrontemos juntos los cambios con valentía y encontremos la felicidad en cada paso de nuestro camino.

    Éstas son las 4 sugerencias para encontrar la felicidad aun cuando la vida no funcione según lo planeado:

    1. Permítete llorar la pérdida de la vida que querías.

    Primero que nada, ¡es completamente normal sentir dolor y tristeza cuando las cosas no nos salen según lo planeado! Así que, permítanse desahogarse y llorar la pérdida de esos planes que tenían. Seamos compasivos con nosotros mismos en esos momentos.

    Les proponemos que vuelvan a imaginar cómo sería una vida plena. Aunque los planes originales no se hayan cumplido, eso no significa que no podamos construir una vida llena de significado y felicidad ahora. Tal vez haya nuevas oportunidades y caminos que aún no hemos explorado. Hagamos nuestro duelo, pero también ¡abramos nuestra mente a nuevas posibilidades!

    2. Evita idealizar la vida de otras personas.

    ¡Cuidado! Evitemos caer en la trampa de idealizar la vida de otras personas. ¿Saben qué pasa cuando estamos pasando por dolor? Nos parece que todos los demás están súper felices. ¡Pero alto ahí! No nos dejemos llevar por esas impresiones. A veces, lo que vemos de la vida de los demás puede estar sesgado porque la gente prefiere compartir las cosas buenas y mantener en privado lo complicado.

    Eso nos lleva a subestimar el sufrimiento de los demás lo que, según las investigaciones, nos puede hacer sentir más solos y menos satisfechos con nuestras propias vidas. Así que, recordemos que no siempre tenemos la imagen completa. Estemos atentos para apoyar a los demás en sus luchas, pero también recordemos que no estamos solos en las nuestras.

    3. Saborea las cosas buenas.

    ¡Aprendamos a disfrutar las cosas buenas que nos brinda la vida! A pesar de los cambios y las dificultades, ¡no dejemos de ser felices! Valorar los pequeños momentos de alegría ayuda a mejorar nuestro bienestar. ¡Así que, a gozar de las cosas sencillas, como estar en contacto con la naturaleza o deleitarnos con un delicioso platillo!

    Para encontrar más alegría en la vida, incluso en tiempos difíciles, podemos aprender a saborear las experiencias positivas. A veces pasamos por alto esos pequeños momentos de felicidad que están a nuestro alrededor.

    4. Vuelve a imaginar cómo es una vida plena.

    Por último, queremos compartir una perspectiva que puede ayudarnos a darle sentido a las dificultades que enfrentamos. Imaginemos nuestras vidas como un emocionante viaje lleno de aventuras y superaciones. Sí, puede haber momentos difíciles y desafiantes, pero cada uno de ellos nos ayuda a crecer y a ser más fuertes.

    Al pensar en nuestras vidas como viajes a través de la adversidad, podemos encontrar un mayor sentido de propósito y motivación para seguir adelante. Así que, ¡re-imaginemos cómo sería una vida plena! A veces nuestros planes pueden cambiar inesperadamente, pero eso no significa que nuestra vida no pueda ser significativa. Visualicemos nuestra vida como una emocionante aventura, llena de desafíos que nos ayudan a crecer y a encontrar un mayor propósito en todo lo que hacemos.

    Por ejemplo: Llegaste a Estados Unidos con todas las pilas, ¡con sueños enormes de éxito! Querías encontrar el trabajo ideal en lo que eres experto y establecerte rápidamente. Pero, después de buscar y buscar, te encuentras con un pequeño obstáculo: quizás sea el idioma, o la falta de conexiones o de experiencia laboral en el país.

    ¿Cómo encontrar allí la felicidad? Mi esposa es dentista, pero cuando llegamos acá, a Estados Unidos, para poder ejercer como dentista le exigían una cantidad de requisitos que eran casi imposibles de cumplir. Sin embargo, a pesar de los cambios y desafíos inesperados, pudo encontrar alegría y propósito al adaptarse y explorar nuevas oportunidades. Aprendió a llorar las pérdidas y luego abrió su mente a nuevas posibilidades. Y también evitó compararse con los demás. Ella es un ejemplo excelente de enfoque en disfrutar las cosas buenas de la vida, aunque no salió como esperaba.

    Lo más probable es que tú también tengas algún amigo o familiar que ha sabido ser feliz aun cuando las cosas no salieron como hubieran querido. Quizás tus padres o tus abuelos supieron ser felices en medio de sus adversidades y sueños fallidos. Si es posible, pídeles que te cuenten sus historias. Verás que todos, de una u otra forma, pasan por pruebas. Pero solo algunos son capaces de ser felices a pesar de sus circunstancias.

    Los invitamos a descargar gratis el folleto
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    yendo a la sección RECURSOS de esta página web sentidolatino.com.

    En la iglesia cristiana ayer conmemoramos el Miércoles de Cenizas, dando así comienzo a la época de Cuaresma. Qué mejor ejemplo que el de Jesús podemos dar como fuente de inspiración para encontrar la felicidad en medio de los cambios y desafíos de la vida. A lo largo de su ministerio, Jesús enfrentó numerosos obstáculos y situaciones no ideales, pero siempre mantuvo una actitud de amor, compasión y esperanza. De Él podemos aprender a encontrar la felicidad cuando las cosas no salen como las planeamos.

    Asimismo, el apoyo de nuestra fe y de nuestras relaciones cercanas puede ser un gran consuelo en momentos difíciles. Compartir nuestras cargas con otros y recibir apoyo emocional puede aliviar la sensación de aislamiento y fortalecernos para enfrentar los desafíos con más esperanza.

    Conclusión

    La felicidad es posible incluso cuando la vida no sale como lo planeamos. Aunque enfrentemos cambios y desafíos inesperados, podemos encontrar la alegría y el propósito al adaptarnos y explorar nuevas oportunidades. Aprendamos a llorar las pérdidas y luego abramos nuestra mente a nuevas posibilidades. Evitemos compararnos con los demás y en su lugar enfoquémonos en disfrutar las cosas buenas de la vida. Imaginemos nuestra vida como una emocionante aventura llena de desafíos que nos ayudan a crecer y encontrar un mayor sentido de propósito. ¡La felicidad está en nuestras manos, a pesar de los giros inesperados de la vida!


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