Detalle de lo tratado
En el programa anterior hablamos de los cambios y las transiciones, de cómo los aceptamos o resistimos y de sus consecuencias. Hoy hablaremos de cómo prepararnos para sacar el mejor provecho de algunas transiciones que a veces tenemos que enfrentar.
Siempre que se nos presenta un cambio debemos aceptar que dejamos atrás el estado o condición anterior. Cuando realizamos, interiorizamos, aceptamos esto es cuando damos inicio a la transición.
Dejar atrás, cosas, familiares amados, amigos entrañables no es un acto de indolencia, es actuar con responsabilidad ante el nuevo reto que tenemos por delante. No es renunciar a ellos, es hacer una pausa para poder enfrentar con intención el reto y empezar la aventura que tenemos por delante.
Siguiendo los pasos que mencionamos en el programa pasado.
Cuando nos cambiamos de un país a otro terminamos con las relaciones rutinarias. Conocíamos exactamente cuál era la mejor farmacia y como llegar a ella, sabíamos dónde comprar las cosa que necesitábamos, sabíamos dónde se ubicaban las clínicas y hospitales y cómo encontrar un médico, teníamos vecinos de toda la vida que eran casi familia, nuestros amigos de toda una vida, los contactos de influencia que pudimos cultivar, etc. Tenemos que estar preparados para entender que aunque mantengamos la relación nunca será lo mismo.
Si no nos preparamos intencionalmente para las pérdidas que producen los cambios no vamos a poder implementarlos con éxito y al final estaremos viviendo completamente desadaptados en otra tierra.
Qué decir, cómo decirlo y cuándo decirlo es una de las cosas importantes que tenemos que tomar en cuenta en ese período de transición de soltero a casado. Ambos miembros de la pareja tienen que adaptarse al otro e intencionalmente trabajar en conocerse cada día más para poder saber qué decir, cómo y cuándo decirlo.
Cabe mencionar que hemos estado tomando nuestras propias decisiones sin consultar con nadie. Ahora hay otra persona muy especial que debe ser considerada en lo que hagamos.
En el caso de los hombres, la mayoría estamos acostumbrados a dejar las cosas tiradas por donde sea, ahora hay que tener mas orden.
En el caso de las mujeres también han estado acostumbradas a dirigir su vida sin contar con la aprobación de otro y puede resultarles un poco difícil acoplarse a el nuevo estado de casada. En este proceso de adaptación, las mujeres extrañan más a la familia que quedó en lo que fue su primer hogar.
Es importante establecer un balance para dedicar a cada una de las diferentes áreas el tiempo y espacio que ameritan. Por ejemplo las tareas del hogar, el manejo del dinero, las visitas a la familia política, etc.
Uno de los peores enemigos del matrimonio es la mala situación económica por tanto el buen manejo del dinero y el presupuesto del nuevo hogar debe ser manejado responsablemente por ambas partes.
En el área de la intimidad, también es necesario tomar muy seriamente la transición de soltero a casado para vivir nuevas experiencias y aventuras como una pareja emocional y sexualmente saludable. Hay que evitar la monotonía, cultivar el mutuo acuerdo y alimentar la relación de forma creativa.
La paternidad responsable es aquella que va a tener hijos que puedan atender económicamente, emocionalmente y espiritualmente.
Acostumbrados a vivir la primera parte de nuestra vida sin la responsabilidad de atender un hijo, requiere de un proceso de transición muy minucioso.
¿Cómo nos preparamos si un hijo nos llegan por sorpresa?
Ese cambio siempre será una bendición y el tiempo de transición va a ser breve, tienes que abrazar el cambio inmediatamente y empezar a prepararte.
El síndrome del nido vacío es un fenómeno en virtud del cual los padres tienen sentimientos de tristeza y pérdida cuando el último hijo se va de la casa.
Si bien es cierto que procuramos hacer que nuestros hijos sean personas independientes, no es menos cierto que la experiencia de dejarlos ir puede ser dolorosa. A algunas personas les cuesta aceptar la realidad de que llegó el momento de no tener hijos que necesiten de su atención.
También puede ser que se sienta cierta tristeza al realizar que tal vez ya no se forma parte de la vida cotidiana de los hijos, así como de su compañía constante.
Antes de seguir adelante debemos aclarar que no todos los padres experimentan el síndrome del nido vacío.
¿Cuál es el impacto del síndrome del nido vacío?
En el pasado, la investigación indicaba que los padres que se enfrentaban al síndrome del nido vacío presentaban un sentido de pérdida profundo.
Cuando se experimenta este sentimiento de pérdida tan profundo se puede ser vulnerable a la depresión, el alcoholismo, e incluso pueden llegar a tener serios conflictos matrimoniales.
Sin embargo, algunos estudios recientes indican que un nido vacío puede reducir los conflictos familiares y laborales, y que puede ofrecerle a los padres muchos otros beneficios.
Los llamados «Baby boomers» han aprovechado este cambio positivamente abrazando nuevas carreras o recorriendo el mundo en viajes de placer.
Cuando el último hijo abandona el hogar, los padres tienen una nueva oportunidad para disfrutar el uno del otro con mayor dedicación, para mejorar aspectos de su matrimonio que estuvieron en segundo término probablemente por no tener tiempo para si.
¿Cómo puedo enfrentar el síndrome del nido vacío?
Si sientes que estás experimentando el síndrome del nido vacío, debes tomar medidas. Por ejemplo:
En este cambio de pasar del nido lleno al nido vacío también necesitamos prestar atención al proceso de transición. Necesito mencionar nuevamente que los hijos se casaron, no se murieron o que se independizaron y están disfrutando de esa etapa por propia elección. Señores, esta es la ley de la vida.
Hay muchos otros cambios que ocurren en nuestras vidas de manera natural o de manera súbita como podrían ser preparar a nuestros hijos para la vida, su tiempo estudiantil, su adolescencia, la universidad, su matrimonio, pero ya serían tema para otro programa.
Uno se da cuenta poco a poco de que está envejeciendo pero esto no tiene por qué disminuir tu calidad de vida.
¿Qué significa ser viejo?
Hay estudios que demuestran que las personas comienzan a sentirse viejas a los 60 años y una encuesta realizada por el Pew Research Center descubrió que casi 3000 encuestados afirmaron que la vejez comenzaba en promedio a los 68 años.
Leí que tener amigos de varias generaciones nos puede ayudar a superar la soledad que nos embarga cuando algunas amistades se mudan, fallecen, se enferman o ya no pueden moverse.
Así como en los otros cambios que hemos mencionado requieren de un período de transición, en este también tenemos que prepararnos intencionalmente para las últimas etapas de la vida tal como lo hacemos cuando vamos a iniciar una familia o cuando ayudamos a un hijo a hacer la transición hacia una mayor independencia.
Es bueno obtener asesoría financiera que nos ayude a adaptarnos a los cambios en nuestros ingresos y planificar los costos de la atención médica. Puedes hablar con tu familia o con tus amigos de lo que esperas en la vejez y de cuál es el estilo de vida que deseas tener. Hacer esto te ayudará en el proceso.