• febrero 22, 2024
  • Las hormonas de la felicidad

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  • ¿Se han preguntado alguna vez por qué nos sentimos en las nubes cuando comemos un buen chocolate, reímos a carcajadas o nos abrazamos bien fuerte? Pues resulta que ¡esas sensaciones tienen un ejército secreto detrás! ¡Sí, como lo escuchan, un ejército de hormonas!

    Casi todo lo que nos saca una sonrisa de oreja a oreja está relacionado con las cuatro hormonas de la felicidad: dopamina, serotonina, endorfina y oxitocina. Son las causantes de esos momentos épicos en nuestras vidas.

    Hoy vamos a conversar acerca de los secretos detrás de estas hormonas y cómo podemos hacerlas trabajar para nosotros. Para eso tomaremos algunos consejos del artículo titulado «La felicidad está en tus hormonas», escrito por Mercey Livingston, una escritora de salud y bienestar y entrenadora de salud nutricional integrativa certificada.

    Existen cuatro hormonas o sustancias químicas clave producidas por nuestro propio cuerpo, que generan sensaciones de felicidad, y cada una de ellas está vinculada a eventos o recompensas particulares. Entender estas sustancias químicas y su funcionamiento puede ser de gran ayuda para descubrir maneras de incrementar su producción y alcanzar el estado de ánimo que tanto deseamos.

    Vamos a verlas una por una y a escuchar consejos de cómo aumentar su producción.

    Dopamina

    La dopamina es una hormona que tiene que ver con la motivación y las recompensas. Cuando te fijas una meta emocionante o importante, la dopamina te da ese empujón para que te atrevas a lograrla. ¡Y cuando finalmente alcanzas esa meta, te sientes genial!

    Pero cuidado, si tienes bajos niveles de dopamina, puede que te sientas con poca motivación o pierdas interés en cosas que solías disfrutar.

    Hay ciertos hábitos, como tomar mucha cafeína, comer demasiada azúcar o usar drogas recreativas, que pueden aumentar la dopamina, pero no son saludables.

    Pero no te preocupes, hay maneras sanas de subir esa dopamina. Una buena opción es establecer nuevos objetivos y dar pequeños pasos cada día para lograrlos. Tu cerebro te premiará con una dosis de dopamina cada vez que des un avance hacia tu objetivo. Los pequeños logros son excelentes para esto.

    Serotonina

    La serotonina es como un mensajero en tu cuerpo que no solo influye en cómo te sientes, sino que también juega un papel en otras tareas importantes como la digestión, el sueño y la salud de tus huesos. Para mantener un buen ánimo y sentirte bien en tu día a día, la serotonina es clave para alejar la tristeza y controlar la ansiedad.

    «La confianza es como el interruptor de la serotonina. Los monos se desafían entre sí porque eso les hace sentir bien su serotonina. ¡Y nosotros hacemos algo parecido!», explica Loretta Breuning, autora de Los hábitos de un cerebro feliz.

    A veces ni nos damos cuenta, pero nuestra auto confianza tiene un efecto químico en nuestro cerebro. Si no te sientes seguro de ti mismo, tu serotonina puede bajar un poco.

    «Puedes fortalecer tu autoestima. Si te enfocas en las cosas negativas, tu serotonina puede decaer, incluso si eres una estrella de rock o un alto ejecutivo. Pero si te acostumbras a mirar tus éxitos, puedes mantener en alto tu serotonina», señala Breuning.

    Hacer ejercicio también ayuda a sentirte más seguro con el tiempo. Otra estrategia es desafiarte a salir de tu zona cómoda cada día. Cada vez que te enfrentas a algo nuevo, aunque al principio te sientas incómodo, estás sumando puntos en tu confianza.

    Oxitocina

    La oxitocina, a veces conocida como la «hormona del amor», está relacionada con la forma en que nos conectamos y confiamos en otras personas. Actividades como besarse, abrazarse y tener relaciones íntimas pueden desencadenar la liberación de oxitocina en el cerebro.

    Es la razón por la que te sientes tan feliz cuando acaricias o abrazas a tus mascotas. Además, desempeña un papel crucial durante el parto, ayudando a que el útero de la madre se contraiga para dar a luz al bebé, y también tiene un papel importante en la lactancia materna. También ayuda a los padres a establecer un vínculo con su bebé después de nacer.

    Para aumentar la oxitocina, es importante tener conexión física con otros, pero también hay un componente emocional en su liberación.

    «La confianza social es lo que desencadena la oxitocina. Si abrazas a alguien en quien no confías, no se siente bien. La confianza es clave. Puedes construir confianza social dando pequeños pasos positivos hacia las personas», nos cuenta Breuning.

    Puedes contactar a un amigo o a alguien con quien te gustaría entablar una amistad más cercana. Envía una nota de agradecimiento o una tarjeta solo para decirles que estás pensando en ellos. «Da un pequeño paso hacia alguien cada día, incluso si recibes respuesta meses después, pero si sigues haciéndolo, estarás construyendo redes de confianza», nos aconseja Breuning.

    Endorfinas

    Hablemos sobre las endorfinas, esos maravillosos compuestos químicos que están estrechamente vinculados con el ejercicio y nuestro estado de ánimo, son nuestros aliados naturales, ya que nos ayudan a reducir el dolor y aumentar el placer.

    Son una herramienta evolutiva para la supervivencia. Pero si estuviéramos inundados constantemente con endorfinas, no seríamos capaces de percibir peligros como tocar estufas calientes o caminar con una pierna rota.

    La risa es una excelente manera de aumentar las endorfinas, así que ríete a carcajadas con tus amigos y disfruta de buenos momentos. También puedes disfrutar de un poco de chocolate negro, ver tu serie favorita, hacer ejercicio o meditar.

    Sin embargo, es importante evitar excedernos en el ejercicio o forzarnos más allá de nuestros límites. En su lugar, podemos optar por reír y estirarnos, ya que ambos activan nuestras endorfinas de manera saludable, proporcionando un flujo moderado que nos hace sentir bien.

    Cuando reflexiono acerca de las hormonas de la felicidad, me maravillo ante la sabiduría y el amor del diseño de Dios. Es asombroso pensar que fuimos creados con la capacidad de experimentar la felicidad a través de hormonas, esas sustancias químicas que nos regalan una sensación de bienestar y placer.

    Nuestro Creador quiere que disfrutemos de la vida, que encontremos alegría en las cosas sencillas, como reír con amigos, saborear un trozo de chocolate o simplemente estirarnos después de un buen ejercicio. Es un recordatorio de que somos seres emocionales y que nuestra felicidad también es importante para el plan divino.

    Agradezco profundamente a Dios por haberme creado con esta capacidad de experimentar la felicidad a través de las endorfinas, y lo considero un recordatorio constante de que la felicidad está al alcance de todos nosotros, si aprendemos a apreciar y valorar las bendiciones que se presentan en nuestro camino. Es un hermoso regalo divino que nos anima a vivir una vida plena y significativa.

    En conclusión, nuestras emociones y sensaciones de felicidad están estrechamente ligadas a un ejército secreto de hormonas en nuestro cuerpo. La dopamina nos impulsa a alcanzar metas emocionantes, mientras que la serotonina juega un papel esencial en nuestro estado de ánimo y autoestima. La oxitocina nos conecta con otros y nos brinda sentimientos de amor y confianza, y las endorfinas son nuestras aliadas naturales para reducir el dolor y aumentar el placer.

    Es fascinante cómo entender el funcionamiento de estas hormonas puede ayudarnos a mejorar nuestra calidad de vida y bienestar. Y podemos tomar medidas para aumentar su producción de manera saludable, estableciendo metas, construyendo confianza social y disfrutando de momentos de risa y alegría.

    En medio de la complejidad de nuestro ser, estas hormonas son un regalo asombroso que nos permite experimentar la felicidad y la conexión con los demás. Así que, sigamos cuidando y nutriendo nuestro cuerpo y mente, aprovechando estas herramientas naturales para vivir una vida plena y feliz. ¡Riámonos, abracémonos y persigamos nuestras metas con entusiasmo!


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