• diciembre 21, 2023
  • Navidad en paz

  • Regresa

  • Introducción


    Se nos llegó la Navidad. La Navidad es una de mis fechas favoritas en el año. Me gusta ver tantas costumbres latinas diferentes en estas fiestas.

    Por ejemplo:

    1. Posadas (México): Las posadas son celebraciones que recrean el peregrinaje de María y José en busca de un lugar donde alojarse. Se realizan procesiones nocturnas durante nueve días antes de la Navidad. Se cantan villancicos y se representa el momento en el que se les abre la puerta a los peregrinos para finalmente celebrar con comida, bebida y piñatas.

    2. Misa de Gallo (varios países): En la Nochebuena, las familias se reúnen para asistir a la Misa de Gallo, que es una misa de medianoche para celebrar el nacimiento de Jesús. Después de la misa, las familias regresan a sus hogares y comparten una cena especial.

    3. Parranda o Asalto Navideño (Puerto Rico): Es una tradición musical en la que un grupo de amigos o familiares visitan sorpresivamente las casas de sus conocidos para cantar villancicos navideños. La persona que recibe la visita debe unirse a la parranda y ofrecer comida y bebida a los músicos.

    4. Novena de Aguinaldos (Colombia): Se celebra durante nueve noches antes de la Navidad. Las familias se reúnen para orar y cantar villancicos alrededor de un pesebre. Después de la novena, se comparte una cena y se intercambian regalos.

    5. Quema del Diablo (Guatemala): El 7 de diciembre, las familias guatemaltecas se deshacen de objetos viejos y símbolos del mal al prender fuego a un muñeco que representa al diablo. Esta tradición simboliza la limpieza y purificación antes de la llegada del Niño Jesús.

    6. Cena de Nochebuena (varios países): La cena de Nochebuena es una tradición muy importante en muchos hogares latinos. Las familias se reúnen para compartir una cena abundante que puede incluir platos típicos de la región, como lechón asado, tamales, bacalao, hallacas, entre otros.

    En un par de días es Nochebuena y con ella no sólo viene la comida, también vienen las fiestas, las rumbas, el alboroto y, cómo no, ¡la familia! Y ya saben cómo es cuando hay gente reunida: ¡no es raro que se arme la de San Quintín! Porque cada cabeza y cada familia es un mundo, ¡todos tenemos nuestra propia chispa!

    Hoy queremos hablar de los estilos de conflicto que quizás tengamos que enfrentar en esta Navidad. Vamos a explorar diferentes enfoques y, con la ayuda de algunos sabios consejos del Dr. Samuel Inbaraja, aprenderemos cómo convertirnos en pacificadores y disfrutar a pleno de estas fiestas navideñas.

    Como ya hemos venido diciendo en los programas anteriores, partimos de la base que la persona pacificadora es la que sabe cómo resolver conflictos en forma positiva y produciendo cambios que sean duraderos. La propuesta de hoy, entonces, es que, especialmente en esta Navidad que se aproxima, seamos pacificadores.

    Sabemos que los conflictos que podemos enfrentar en las fiestas son más complicados, pero como ejemplo usaremos el siguiente. Imagínate esto: estás en la cena de Navidad y queda un único pedazo de pastel de fruta. Lo has estado vigilando toda la noche, como un agente encubierto acechando su objetivo. Pero justo cuando estás a punto de lanzarte sobre él, ¡pum!, alguien más también tiene sus ojos en ese tesoro. ¡La tensión está en el aire!

    ¿Qué haces? ¿Das un paso atrás y dejas que los demás se lo lleven? ¿Insistes en que el pastel debería ser tuyo y sólo tuyo? ¿Propones dividirlo en pedacitos minúsculos? O tal vez simplemente te escabulles sigilosamente, evitando la confrontación por completo. ¡Ay, la vida es dura en el mundo del pastel, hermano!

    Pero espera, no te preocupes, porque nuestras reacciones ante el conflicto son tan variadas como los ingredientes de un delicioso pastel. Nuestras reacciones están influenciadas por nuestra personalidad, educación, experiencias y hasta nuestro estado de ánimo en el momento.

    Para aprender a resolver con éxito los conflictos, necesitamos entender los diferentes estilos que nos definen.

    Los expertos en el tema han identificado cinco estilos principales:

    1. La «evitación», o sea, cuando preferimos darle la vuelta al asunto y dejar pasar de largo el pastel.

    2. La «competencia», o sea, cuando entramos en modo de guerra y luchamos con uñas y dientes por ese pedacito de dulce.

    3. La «adaptación», que es cuando hacemos como el camaleón y nos acomodamos a lo que los demás deciden.

    4. El «acuerdo», o sea, cuando ponemos nuestra mejor cara de diplomático y tratamos de encontrar un arreglo que satisfaga a todos.

    5. Y por último la «colaboración», que es cuando nos unimos, en este caso a nuestra familia y amigos, para compartir ese pastel como buenos compañeros de sabores.

    Lo que sigue, entonces, es ver cómo respondemos a cada uno de estos estilos.

    * Si te identificas con la evitación y prefieres dejar pasar de largo el pastel, ¡no permitas que el espíritu navideño pase de largo también! Recuerda que la Navidad es una época para unirnos y celebrar juntos. Disfruta de la música navideña, y, por supuesto, ¡saborea otros deliciosos postres si el pastel ya no está disponible! Recuerda que, cuando optamos por evitar un conflicto, tenemos que estar dispuestos a aceptarlo sin guardar rencores o resentimientos.

    * Si te encuentras en modo de competencia y estás decidido a luchar por ese pedacito de dulce: ¡cambia el enfoque y transforma la competencia! La competencia no es mala en sí misma, pero la forma en que la encaramos puede hacernos mal a nosotros o a los demás. Entonces, en lugar de luchar por el último pedazo de pastel con rabia y enojo, ¡por qué no proponer una competencia sana con juegos divertidos!

    * Si te encuentras en modo de adaptación y te acomodas a lo que los demás decidan, ¡asegúrate de encontrar un equilibrio entre tus necesidades y las de los demás! A veces es fácil tomar el camino de menor resistencia y adaptarse para evitar un conflicto, pero cuando va en contra de nuestros valores, no es saludable. Así que no pierdas de vista tus deseos y encuentra formas creativas de combinarlos con los de los demás.

    * Si estás en modo de acuerdo, tratando de encontrar una solución que satisfaga a todos: ¡celebra la habilidad de encontrar el equilibrio y el consenso! Ser un negociador astuto y estar dispuesto a ceder un poco puede ser una estrategia efectiva para mantener la armonía en la época navideña. Pero, otra vez, no sacrifiques para ello tus valores.

    * Si te encuentras en modo de colaboración, especialmente porque es Navidad y quieres que reine la paz con tu familia y amigos para compartir ese pastel: ¡disfruta al máximo la magia de la colaboración y la conexión! La colaboración es un estilo maravilloso que nos permite unir fuerzas, compartir ideas y trabajar juntos para crear experiencias inolvidables.

    Una vez más celebramos el nacimiento de Jesús, el mayor regalo de todos, que vino a nuestro mundo para salvar la brecha que el pecado había abierto entre nosotros y Dios. Con su vida, muerte y resurrección, Jesús pagó el precio de nuestro pecado y nos reconcilió con Dios. Ahora, quienes confiamos en él como nuestro señor y salvador somos perdonados, restaurados y llamados hijos de Dios.

    Aprovechemos esta época festiva para sembrar semillitas de entendimiento, compasión y amor en nuestras familias, transformando los conflictos en oportunidades de crecimiento y fortalecimiento de nuestras relaciones.

    Antes de terminar, te invitamos a que vayas a la sección RECURSOS
    en este sitio web y descargues en forma gratuita el folleto titulado
    «¿Qué es la Navidad?»

    Y que el Príncipe de Paz, nacido en Belén, los llene a cada uno de ustedes con su paz.

    ¡Feliz Navidad!


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