¿Tentado?

Regresa

A todos nos sucede que se nos presentan tentaciones a las que no quisiéramos sucumbir. A veces esto ocurre porque estamos intentando tomar el camino equivocado para llegar hacia dónde queremos ir, sin tomarnos el tiempo para pedir la dirección del Señor. Cuando hacemos esto, al final del camino lo que sentiremos es tristeza. Pero no tiene por qué ser así. No estamos solos para luchar y vencer las tentaciones. Jesús camina con nosotros y está siempre dispuesto a ayudarnos. Y, como leemos en Hebreos 2:

«Puesto que él mismo sufrió la tentación, es poderoso para ayudar a los que son tentados» (Hebreos 2:18).

Cuando estés luchando con una tentación, pídele a Dios que te ayude y guíe a caminar por el camino que él tiene preparado para ti.

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