Vivir con integridad

Los cristianos estamos llamados a hacer bien todo lo que emprendemos porque es lo correcto, y porque refleja nuestro compromiso con Dios. Nuestra vida debe ser un testimonio de integridad y diligencia, reflejando el carácter de Cristo en cada acción. La Escritura nos enseña que hacer bien en todas las cosas es una forma de honrar a Dios y demostrar Su amor a través de nuestras acciones cotidianas. Eclesiastés 9 dice:
“Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño” (Eclesiastés 9:10a NVI).
Actuando con integridad y diligencia, permitiendo que nuestras buenas obras glorifiquen a nuestro Padre celestial, damos testimonio de nuestra fe. Cada tarea realizada con excelencia y cada acción hecha con el corazón, contribuyen a un testimonio que honra a Dios y demuestra Su amor al mundo.
Vivir con integridad
