Nunca es fácil atravesar por un problema, una enfermedad o una limitación que se sale de nuestro alcance. Nuestro primer impulso es pedirle a Dios que nos quite la aflicción. Sin embargo, son los momentos difíciles los que nos hacen fuertes. Escuchemos el testimonio del apóstol Pablo:
"Sé vivir con limitaciones, y también sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado,
tanto para estar satisfecho como para tener hambre, lo mismo para tener abundancia que
para sufrir necesidad; ¡todo lo puedo en Cristo que me fortalece!"
Filipenses 4:12-13
Aferrado a Cristo, toda tormenta de la vida te hará más fuerte para seguir adelante. Que la esperanza cierta que Dios nos da en su Palabra nos sostenga hasta el final.
¿Qué significa ayudar?
Se dice que los ojos son nuestra ventana al mundo, ya que a través de ellos disfrutamos de la hermosa creación de Dios. También son una herramienta que nos permite enfocarnos con precisión, aunque fácilmente pueden enfocarse incorrectamente. En su carta a los efesios, el apóstol Pablo nos dice:
"... hemos sido creados en Cristo Jesús para realizar buenas obras,
las cuales Dios preparó de antemano para que vivamos de acuerdo con ellas."
Efesios 2:10
Pidámosle a Dios que nos ayude a dejar de mirarnos a nosotros mismos para enfocarnos en la razón por la cual fuimos creados, esto es, responder al llamado de Dios de hacer el bien a quienes nos rodean.
Sentirse seguro
¿Alguna vez has pensado cuánto vale tu hijo? ¿Le has hecho saber cuán importante es para ti? ¿Le abrazas y le muestras afecto? ¿Compartes tiempo de calidad con él? ¿Conoces sus inquietudes y sus temores? ¿Sabes sus opiniones acerca de cosas relevantes en su entorno? ¿Eres consciente que tus hijos son un tesoro que Dios te prestó? Escucha lo que dice la Biblia:
"He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre".
Salmo 127:3
Hoy te invito a que revises, evalúes y, si es necesario, redirijas tu relación con tus hijos y con tus seres queridos, para asegurarte de que estás supliendo su necesidad de sentirse seguros en las manos de Dios y en las tuyas.
Ser valorado
En mayor o menor medida, a todos nos gusta ser reconocidos y aceptados por quienes nos rodean. Pero hay personas que "necesitan" el reconocimiento para sentirse bien. Escucha lo que dice el rey David:
"Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre.
¡Te alabo porque soy una creación admirable!
¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!"
Salmo 139:13-14
¿Qué más necesitas para sentirte bien? Tu Creador se tomó el trabajo de formarte y, como si eso no fuera suficiente, también sigue tus pasos. En el mismo Salmo dice: "Señor... tú sabes cuando me siento o me levanto; ¡desde lejos sabes todo lo que pienso! Me vigilas cuando camino y cuando descanso; ¡estás enterado de todo lo que hago!" (vs. 1-3).
Las necesidades
Las necesidades del ser humano han sido básicamente las mismas a lo largo de la historia y a través de las diferentes culturas. Si las tuyas no han sido satisfechas, pídele ayuda al Señor. No importa cuáles sean, ni a qué generación pertenezcas, o en qué país o cultura te desenvuelvas. Aún estás a tiempo de hacerlo. Dios tiene poder para suplir todas tus necesidades, sean físicas, materiales, espirituales, psicológicas o emocionales. Escucha las palabras del apóstol Pablo:
"Y este mismo Dios, quien me cuida, suplirá todo lo que necesiten
de las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo Jesús."
Filipenses 4:19
Querido oyente, no dejes pasar más tiempo. Comparte hoy tus necesidades con Dios en oración, confiando en su poder para suplirlas.
Tu mejor versión
¿Sientes que es imposible llevar una vida saludable en cuerpo, mente y espíritu? No estás equivocado: para el ser humano es imposible. Pero en el bautismo Dios nos ha dado la ayuda de su Espíritu Santo. La Biblia nos dice:
Con la ayuda de Dios podemos llevar una vida plena con salud física, mental y espiritual. Permite que el Espíritu de Dios te ayude a ser la mejor versión de ti mismo.