• agosto 13, 2020
  • Cómo superar la ansiedad

  • Regresa

  • Detalle de lo tratado
    Introducción
    1 – Definición
    2 – Síntomas
    3 – Recursos para combatirla

    Introducción
    De acuerdo con la Organización Mundial de la salud, los trastornos por depresión y por ansiedad son problemas habituales de salud mental que afectan la capacidad de trabajo y la productividad de las personas.

    Más de 300 millones de personas en el mundo sufren algún trastorno de salud mental que es la principal causa de discapacidad, y más de 260 millones tienen trastornos de ansiedad.

    La ansiedad es algo muy común el día de hoy. Y más aún en la nueva normalidad del COVID-19. La encontramos específicamente en los niños que regresan a la escuela luego de las vacaciones tan largas que han tenido este año y los jóvenes que inician su carrera universitaria. El miedo, la ira y la resistencia desencadenan una liberación extrema de adrenalina que no muchos son capaces de controlar.

    Para romper el ciclo miedo-adrenalina-síntoma, es necesario reconocer que estos síntomas no son signos de una enfermedad mortal o de un inminente ataque al corazón, ni pueden causar un daño permanente. Pronto el cuerpo se quedará sin adrenalina y el ataque de pánico o ansiedad terminará. Los síntomas son un reflejo del estado de ánimo del momento. Por lo tanto, son pasajeros.

    En este programa hablaremos de los síntomas de la ansiedad y también daremos unos consejos prácticos para contrarrestarla.

    1- Definición
    La ansiedad es un estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad. También es la angustia que acompaña a algunas enfermedades, en especial a ciertas neurosis.

    El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. [1] describe la ansiedad como una respuesta normal al estrés. Explica también que cuando se dificulta controlarla puede afectar e interferir en la vida cotidiana.

    Los trastornos de ansiedad afectan a aproximadamente 1 de cada 5 adultos en los Estados Unidos y las mujeres tienen más del doble de posibilidades que los hombres de experimentar un trastorno de ansiedad en su vida.

    Los trastornos de ansiedad se suelen tratar con terapia o consejería, medicamentos o una combinación de ambos.

    2 – Síntomas

    • Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
    • Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe
    • Aumento del ritmo cardíaco
    • Respiración acelerada (hiperventilación)
    • Transpiración
    • Sensación de debilidad o cansancio
    • Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual.
    • Dificultad para conciliar el sueño.
    • Problemas gastrointestinales
    • Incapacidad de controlar las preocupaciones
    • Necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad

    Recursos para combatirla

    • En la sección «Recursos» de esta página web encontrarás folletos de autoayuda titulado: «No necesitas temer Cómo lidiar con la ansiedad espiritual«. Te invitamos a que lo descargues en forma gratuita. Pero ahora vamos a darte algunos consejos sobre qué hacer cuando te sientes con ansiedad.
      1. Cuando tengas un ataque de ansiedad, siéntate o recuéstate y trata de relajarte.
      2. Relaja cada músculo desde el cuero cabelludo hasta los dedos de los pies.
      3. No importa qué síntomas surjan, ignóralos. Los latidos fuertes de tu corazón te resultarán incómodos, pero no pueden lastimarte.
      4. Toma nota de tu respiración. Evita la respiración corta y rápida en la parte superior del pecho. En lugar de eso, respira lenta, deliberada y profundamente.
      5. Trata de concentrar tus pensamientos en otra cosa. Imagínate en una situación o escena agradable y placentera.
      6. Cuando te relajas, estás rompiendo el ciclo miedo-adrenalina-síntoma que es lo que causa la ansiedad.
      7. Date tiempo. La recuperación es un proceso. Sé paciente mientras disminuye la sensibilidad de tus nervios.
    • La ansiedad también tiene un trasfondo espiritual que no podemos ignorar.
      1. Dios nos promete vida en abundancia pero el mundo, el diablo y nuestra misma naturaleza amenazan con robarnos la paz y dominarnos con ansiedad.
      2. En su folleto titulado «No necesitas temer», Donald L. Deffner nos recuerda que no estamos solos. «De hecho, Dios dice que no lo estamos: «Sepan que en todo el mundo sus hermanos están enfrentando los mismos sufrimientos…» (1 Pedro 5:9b).
      3. Formamos parte de una comunidad de sufrimiento. Muchas otras personas, incluidos los cristianos, están tan ansiosos como nosotros.
      4. Si bien el solo hecho de saber que otra persona está pasando exactamente por lo mismo que nosotros no disminuye automáticamente nuestra ansiedad, sí puede darnos una nueva perspectiva: descubrimos que no estamos separados de los demás, no somos extraños, ni inferiores, ni tan diferentes de los demás.
      5. De hecho, la ansiedad que sentimos puede ser casi algo normal si todos la padecen. Quienes ya han pasado por la experiencia de la ansiedad pueden enseñarnos cómo lidiar con ella.
      6. Y es que Dios siempre cumple sus promesas. «Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean sometidos a una prueba más allá de lo que puedan resistir, sino que junto con la prueba les dará la salida, para que puedan sobrellevarla» (1 Corintios 10:13b). En otras palabras, Dios nunca permite que nos llegue una prueba que está más allá de nuestro poder, el poder que Él nos da. Soportar la prueba, tolerarla y vivir con ella es un tipo de victoria.
      7. Podemos estar «por encima de» nuestra ansiedad, en lugar de tenerla encima de nosotros.
      8. Esto no quiere decir que las ansiedades se irán y nunca volverán, sino que no van a controlar y dominar tu vida. Y la razón por la que no tienen ese tipo de poder es porque sabes que tienes un Padre celestial que prometió ayudarte.
      9. Él dice: «Descarguen en él todas sus angustias, porque él tiene cuidado de ustedes» (1 Pedro 5:7) y: «Su Padre ya sabe de lo que ustedes tienen necesidad» (Mateo 6:8).
      10. Sobre todo, confía en que Dios vive y actúa por ti en este mundo. Él cumple su promesa: «He venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia» (Juan 10:10).
      11. Jesús murió en la cruz para darte libertad, y eso incluye libertad emocional también.
      12. Gálatas 5:1, 13a nos advierte: «Manténganse, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud. Hermanos, ustedes han sido llamados a la libertad…»

    Es nuestra oración que Dios sane todas tus dolencias, incluyendo las de ansiedad, por su sacrificio por ti en la cruz. Amén.


    [1] https://espanol.womenshealth.gov/mental-health/mental-health-conditions/anxiety-disorders


Contáctenos