• abril 1, 2019
  • Cuando pesa la culpa

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  • En un momento de su vida, cuando el rey David se sintió atrapado en la prisión de la culpa, escribió las siguientes palabras del Salmo 38: «Mi pecado pesa sobre mi cabeza; ¡son una carga que ya no puedo soportar!… Por eso, voy a confesar mi maldad; pues me pesa haber pecado… Señor, mi salvador, ¡ven pronto en mi ayuda!» (Salmo 38:4, 18, 22)

    Si, al igual que al rey David, te molesta la conciencia por algo que has hecho, por el estilo de vida que llevas, por una relación inapropiada o quizás por un error del pasado, presta atención a las siguientes palabras de promesa de la Biblia:

    «Si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonar nuestros pecados
    y limpiarnos de toda maldad.» (1 Juan 1:9)

    Dios está dispuesto a escuchar tu confesión, a darte su perdón y a limpiar tu corazón. No esperes más. Acércate a él con confianza. Él te ama y te está esperando con los brazos abiertos.


  • marzo 25, 2019
  • Palabras que traen paz

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  • Es común escuchar decir que Dios nos dio dos oídos y una boca para que escuchemos más de lo que hablamos, pues escuchando bien sabremos qué responder. Pero también es cierto que no todo lo que escuchamos vale la pena. Escuchar bien significa prestar atención a quien nos trae buenas noticias que nos ayudan, renuevan y calman cuando nos sentimos abrumados por los problemas de cada día. El salmista lo dice de esta manera:

    Escucharé lo que Dios el Señor va a decir; va a hablar de paz a su pueblo y a sus santos,
    para que no caigan en la locura. Salmo 85:8

    El mensaje de Dios a través de su hijo Jesucristo nos habla de perdón, paz y reconciliación. Nuestra necesidad diaria se resume en oír las palabras de Dios que nos hablan de esta verdad. Hoy te invito a que cada día escuches la voz de nuestro Señor y permitas que su paz inunde tu vida.


  • marzo 21, 2019
  • Puentes de perdón y de paz

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  • Como hijos de Dios y embajadores de Cristo, somos los encargados de llevar el mensaje reconciliador de Dios a quienes nos rodean. Pero ¿cómo podemos llevar el mensaje de la reconciliación y la gracia abundante de Dios a otros, cuando en nuestro corazón tenemos amargura, enojo, ira y resentimiento?

    Dios quiere que seamos los primeros en establecer puentes de perdón y de paz entre los hombres y que no dejemos que el sol se ponga sobre nuestro enojo. El apóstol Pablo nos dice:

    … hermanos, regocíjense, perfecciónense, consuélense; sean de un mismo sentir,
    y vivan en paz. Y el Dios de la paz y del amor estará con ustedes. 2 Corintios 13:11

    ¿Qué te parece, hermano, si comienzas hoy mismo a construir un puente que llegue hasta quienes necesitan ser perdonados y recibir paz, para que ellos también puedan vivir en paz?


  • marzo 18, 2019
  • La reconciliación es posible

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  • ¿Es posible la reconciliación? El apóstol Pablo, líder de la primera iglesia cristiana, nos dice:

    «… por medio de Cristo [Dios] nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación: esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación». 2 Corintios 5:18-19

    La reconciliación es posible porque a través del ministerio, muerte y resurrección de Cristo, Dios nos reconcilió con él y nos hizo hijos suyos. Si Dios nos ha perdonado nuestros pecados, ha cancelado la deuda que teníamos con él y nos ha dado su Espíritu Santo, ya tenemos todo lo que necesitamos para reconciliarnos con quienes nos han ofendido o lastimado.

    Hoy te exhorto a que consideres seriamente el encargo que Dios te ha hecho de llevar el mensaje de la reconciliación a quienes te rodean.


  • marzo 11, 2019
  • Enojados con Dios

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  • Muchas veces, cuando estamos enojados, le echamos la culpa al destino o a otras personas o situaciones, cuando en realidad con quien estamos enojados es con Dios. Nuestras riñas con Dios y con los demás a menudo son intentos desesperados que hacemos para sobrevivir en un mundo lleno de frustraciones y en donde las injusticias están a la orden del día.

    Job, el gran sufridor del Antiguo Testamento, dirigió su enojo hacia Dios cuando le preguntó:

    «¿Acaso está bien que me oprimas, que desprecies esta creación de tus manos
    y te pongas de parte de los impíos?» Job 10:3

    Quizás tú sientas la misma ira y frustración que tuvo Job y quieras descargarlos contra Dios, que parece estar ignorando tu situación o incluso ayudando a que la misma suceda. Si es así, exprésale tu enojo. Dios siempre está dispuesto a mostrarte cómo superarlo y a ayudarte a curar tu dolor.


  • marzo 7, 2019
  • Setenta veces siete

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  • El perdón es uno de los regalos más hermosos que Dios nos ofrece. Cuando estamos dispuestos a entregarlo a otros, Dios añade belleza, paz, gozo y poder a nuestra vida. Veamos lo que nos dice la Biblia al respecto:

    Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: ‘Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar
    a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces?’ ‘No te digo que hasta siete veces,
    sino hasta setenta veces siete’, le contestó Jesús. Mateo 18:21-22 NVI

    La mejor forma de hacerlo es con la ayuda de Dios. ¿Qué te parece si te acercas hoy a Dios en oración y le pides que te ayude a perdonar y a buscar la reconciliación con las personas de las cuales estás distanciado?


  • marzo 4, 2019
  • Sin lugar para el odio

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  • Cuando actuamos movidos por el odio y sin el dominio propio que corresponde a quienes caminan con Dios, estamos sujetos a experimentar las consecuencias de nuestros actos. Mientras que el amor practicado trae paz, el odio causa discordias y separaciones, y nos envuelve con malhumor, inquietud y aislamiento. La Palabra de Dios nos dice:

    El odio provoca peleas pero el amor cubre todas las ofensas. Proverbios 10:12 NTV

    Hoy te invito a que confieses ante el Señor los malos pensamientos, rencores y deseos de venganza que haya en tu corazón. Pídele a Dios que te dé la fuerza necesaria para perdonar y olvidar las ofensas recibidas, y que allí donde hubo odio ponga Su amor.


  • febrero 25, 2019
  • El Amor por excelencia

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  • El verdadero amor acepta el precio de amar sin reclamar nada, así como Jesucristo aceptó el sufrimiento, las injusticias y la muerte por amor a nosotros. El verdadero amor se entrega totalmente, pues tiene una confianza plena. El verdadero amor tiene paciencia y acepta a la persona amada así como es. El apóstol Pablo lo dice así:

    El amor… todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
    El amor jamás dejará de existir. 1 Corintios 13:7-8

    Dios, el Amor por excelencia y fuente de todo amor, no cambia ni desaparece y nunca dejará de existir. Que esto te sirva de consuelo y fortaleza para tu vida y te anime a conocerle un poco más cada día.


  • febrero 21, 2019
  • El amor verdadero

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  • En su primera carta a los corintios, el apóstol Pablo nos habla del amor. Allí describe algunas de sus características, diciendo:

    El amor es paciente y bondadoso… no es envidioso ni jactancioso, no se envanece;
    no hace nada impropio; no es egoísta ni se irrita; no es rencoroso; no se alegra de la injusticia,
    sino que se une a la alegría de la verdad. 1 Corintios 14:4-6

    En otras palabras, el verdadero amor comparte el dolor, siempre tiene buenas intenciones, se alegra por el bien de la persona amada, no hace nada que esté fuera de la voluntad de Dios ni busca su propia satisfacción y está siempre pronto a perdonar y olvidar. ¿Difícil? Claro que sí. ¿Imposible? De ninguna manera cuando amamos con el amor que Dios nos ha dado.


  • febrero 18, 2019
  • Dios es amor

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  • La Biblia nos habla mucho sobre el amor. En su primera carta, el apóstol Juan nos dice:

    Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió al mundo a su Hijo unigénito, para que vivamos por él. 1 Juan 4:7-9 RVC

    Dios es amor. Y ese amor hizo que enviara a su hijo Jesucristo al mundo a dar su vida en sacrificio por nosotros. Gracias al perdón que ese sacrificio nos ganó, podemos ahora amar así como Dios nos ama. Hoy te animo a que pongas en práctica la exhortación del apóstol Juan de amarnos los unos a otros.


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