La mayoría de las personas que trabajamos, aunque nos guste lo que hacemos, anhelamos que llegue el día de descanso. Y es que para rendir al máximo de nuestro potencial, necesitamos darle descanso a nuestro cuerpo para que se recupere. Así como el descanso físico es muy importante para nuestro buen desempeño, así también necesitamos descanso para nuestra alma y para disfrutar de la paz que nos otorga el Señor. Para ello, Jesús nos dice:
Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso… Déjenme enseñarles… y encontrarán descanso para el alma. Mateo 11:28-29
La invitación está hecha. Jesús está esperando que vayas a él para disfrutar del descanso pleno que solamente en él puedes encontrar.
Hay un dicho popular que dice «si la vida te da limones haz limonada». Y aunque para mucho este dicho puede parecer gracioso, es muy cierto que también es motivador. Nuestro Señor Jesucristo no nos prometió una vida sin problemas, pero sí nos prometió que si nos mantenemos tomados de su mano, podremos afrontar todas las cosas de esta vida con paz. Jesús dijo:
Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz.
En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense!
Yo he vencido al mundo.
Juan 16:33
Mantén tu mirada puesta en Jesús, recibe su paz y no temas ante los problemas. El Señor Jesús es más grande que cualquiera de ellos y está a tu lado para ayudarte a vencerlos.
Cuando pasamos por problemas económicos o de trabajo, sufrimos discordias en las relaciones familiares, recibimos un diagnóstico desalentador o cuando sencillamente las cosas no están saliendo como queremos, es precisamente cuando el Señor nos dice: aquí estoy yo para ayudarte. Dios no tiene límites y su poder es para siempre. En la Biblia leemos:
El Señor le respondió a Moisés:
¿Acaso el poder del Señor es limitado?
¡Pues ahora verás si te cumplo o no mi palabra!
Números 11:23
Así como el Señor le dijo a Moisés, así también te dice a ti en medio tus problemas. Entrégale tus luchas al Señor: tu salud, tus finanzas, tus relaciones, en fin, entrégale toda tu vida, y lo verás cumplir en ti su Palabra y manifestar en ti su gloria para que otros también lo vean.
En la Quinta Avenida de Nueva York hay muchas tiendas que ofrecen artículos exclusivos a costos elevados que solamente los pueden comprar personas con mucho dinero. ¿Has pensado alguna vez que tú eres un modelo exclusivo diseñado por Dios y comprado a un precio elevado? El apóstol Pedro nos dice:
… Dios pagó un rescate para salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados.
No fue pagado con oro ni plata… sino que fue con la preciosa sangre de Cristo.
1 Pedro 1:18b,19a
Dios tiene planes para tu vida. Tú vales mucho para Él. Él te creó y te rescató del pecado y la muerte para que vivas para Él. ¡Dios sabe lo que está haciendo en ti, por ti y para ti!
Dios, de una manera especial y hasta milagrosa, toca la vida de aquellas personas que confiando en Él no se rinden ante los obstáculos, sino que perseveran y siguen hacia las metas trazadas. No permitas que las voces de personas tóxicas o negativas te hagan ver tus planes o metas, como si fueran imposibles de lograr, ni que te hagan sentir derrotado. Este no es tiempo para temer, sino para confiar aún más en Dios. ¿Por qué? Porque para el Señor no hay nada imposible. Y quien confía en Él, cuenta con su fuerza y poder. El apóstol Pablo escribió:
Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo,
quien me da las fuerzas. Filipenses 4:13 (NTV)
Amigo, confía en el Señor. Él está a tu lado acompañando y afirmando con sus fuerzas cada uno de tus pasos.
El salmista dice: «Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en él se refugian». Presta especial atención a las palabras «prueben» y «bueno», porque lo que crees acerca de Dios se manifiesta en la forma en que vives. ¿Qué significa para tu vida que Dios sea «bueno»? Significa que, como Él sabe lo que es mejor para ti, ¡derrama sobre ti su bienestar, seguridad, paz, confianza y gozo! Un Dios bueno no rompe su promesa, ni abandona a sus hijos o deja de amarlos y bendecirlos.
Prueben y vean que el Señor es bueno;
dichosos los que en él se refugian. Salmo 34:8 (NTV)
Puedes estar seguro de que en cada circunstancia Dios te tratará de la mejor manera posible. Cuando te resulte difícil ver la bondad de Dios en tu vida, aférrate a Él con la fe que Él te ha dado. Dios nunca te va a defraudar.
Todos tenemos problemas serios, cargas pesadas, batallas que pelear y situaciones difíciles a las que nos tenemos que enfrentar. Muchas veces todas estas cosas nos inquietan y perturban. Pero recuerda que no estás solo: Jesús está contigo y te trae paz en medio de la tribulación o la tormenta. En la Biblia, el salmista dice:
En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
Salmo 4:8 (NTV)
Confía en el Señor. Él te ayuda en tus problemas, pelea tus batallas e interviene en las dificultades que te estén perturbando y no te permitan conciliar el sueño. Cuando pones tu confianza en Dios, Él llena de gozo tu corazón y puedes acostarte tranquilo, dormir en paz y vivir confiado. Con Jesús siempre puedes tener paz en medio de la tormenta.
Dios sabe perfectamente bien lo que estás viviendo hoy y no quiere que desmayes, ni tampoco que te rindas. No te desanimes porque no todo se ha perdido. En el Señor siempre hay esperanza. La Palabra de Dios nos dice:
Abriré ríos en los montes, y manantiales en medio de los valles;
en el desierto abriré estanques de agua, y manantiales en la tierra seca.
Isaías 41:18
En la vida hay momentos llenos de alegría y otros llenos de tristeza. Pero en todos ellos, el Señor Jesús está presente. Sigue hacia adelante confiando y descansando en su poder y promesas. Él prometió estar contigo todos los días hasta el fin, y así lo hará.
Hay ocasiones en las que nos encontramos en el lugar equivocado, a la hora equivocada y se nos hace fácil hacer cosas que no debemos hacer. Cuando esto sucede, sentimos inquietud y pesar interno por haber realizado lo que resultó ser una mala acción. Así, el remordimiento nos perturba y no nos deja dormir. La Biblia nos dice que:
Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo,
nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. 1 Juan 1:9 (NVI)
Si estás pasando por momentos que te perturban, te invito a que acudas a Jesús. Confiésale a él tu pecado y pídele perdón. Él te perdonará y te limpiará de todo aquello de lo cual ya te has arrepentido.
Hay veces en que la memoria no nos deja tranquilos. Los recuerdos de errores o pecados cometidos en el pasado no nos permiten vivir a pleno y dar lo mejor de nosotros mismos, e incluso hasta nos hacen poner en duda si Dios nos podrá perdonar lo que hicimos. No le des lugar a esos pensamientos porque si los dejas entrar pueden acabar contigo. La Biblia nos dice a través del salmista:
Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias. Salmo 103:3
Puede ser que en lo más profundo de tu corazón sientas que no mereces el perdón. Pero cuando con corazón arrepentido le pides perdón a tu Señor, Él te perdona. Busca hoy su perdón, deja atrás el pasado ya perdonado e inicia una vida nueva.