Si bien el trabajo es muy importante, el descanso es de igual o mayor valor. Un desbalance entre los dos puede ser devastador, mientras el lograr su equilibrio traerá grandes recompensas.
Una buena relación entre padre e hijo ayuda al hijo a responder bien a la hora de adaptarse, de resolver problemas, de rendir en los estudios y de establecer relaciones duraderas. Cuando los padres participan en las vidas de sus hijos, ambas partes se benefician.
Ser padres es una de las experiencias más gratificantes y a la vez más complejas. Es por ello que tan a menudo nos estresamos. Y si bien un poco de estrés es bueno porque nos da energía y nos mantiene motivados, ya deja de ser bueno cuando se convierte en una fuente de tensión que nos afecta no sólo a nosotros, sino también a quienes nos rodean.
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La disciplina que da frutos es la que establece los límites necesarios para poder vivir en forma armoniosa en el hogar y para que los hijos crezcan sin temores, aprendan lo que se espera de ellos, estén protegidos de situaciones peligrosas y desarrollen las condiciones necesarias para convivir con los demás y ser miembros contribuyentes de la sociedad.
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Cuando la conexión en la pareja se quiebra, el estado de ánimo se vuelve turbulento. A esa altura, cada uno está más interesado en defenderse a sí mismo que en trabajar juntos para el bien de la pareja.
Al unirnos en matrimonio dejamos de ser TÚ y YO y pasamos a ser NOSOTROS. Cuando la pareja está conectada, ambas partes actúan como aliados, el estado de ánimo es óptimo y el hogar es un lugar tranquilo y seguro.
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Ser madre, esposa y ama de casa no es nada fácil. Son tantas y tan diversas las funciones que se cumplen y el tiempo que cada una de ellas demanda, que al final del día se termina agotada.
En estos tiempos en que reina el consumismo es primordial que mantengamos una administracion financiera personal sana para no dejarnos llevar por la urgencia diaria que ocasiona gastos innecesarios y cargos en la tarjeta de crédito que crean un desbalance en el presupuesto familiar.
¿Es posible vivir sin deudas? Claro que sí. Vivir sin deudas es posible si estamos dispuestos a ajustar y cambiar la manera en que pensamos y actuamos con respecto al dinero.
Pocas son las cosas en la vida que nos ponen tan nerviosos como nuestra muerte. Todos los días escuchamos y hablamos sobre la muerte, pero casi nunca nos ponemos a pensar en serio sobre lo que nos sucederá cuando nos toque morir a nosotros.